El golfista japonés Hideki Matsuyama se colocó líder del Masters de Augusta, primer grande de la temporada, después de un recital en el tramo final de una tercer jornada de 65 golpes, que le dio la cabeza y descolgó a muchos que se creían aspirantes, lejos el español Jon Rahm tras su tercer día en el par del campo.

Matsuyama es el primer japonés en liderar el major de la chaqueta verde, con un auténtico moving day. El putt del jugador asiático, que llegaba como uno de los favoritos, y su impecable juego de 'tee' a 'green' dieron un golpe a la clasificación en los segundos nueve hoyos: cuatro birdies y un eagle.

La irrupción de Matsuyama, con la única tarjeta libre de bogeys en lo que va de torneo, se tradujo en el -7 este sábado y -11 en total. Un tercer día con otro vuelco en las condiciones del campo, con una suspensión de cerca de dos horas por la llegada de una tormenta que devolvió a un pletórico Matsuyama.

El parón dejó otro ritmo, un campo con el peso del agua y un líder como Justin Rose que dejaría de serlo. El británico, en cabeza los dos primeros días, ya había cometido un par de errores y en su regreso salvó los muebles con el 'putt', pero no suficiente para evitar la pasada del japonés y terminar en 72 golpes.

Rose, Xander Schauffele, Marc Leishman y el debutante Will Zalatoris son la persecución al líder, todos ellos en -7, a cuatro del japonés. Jordan Spieth, con -5, también aguanta por ahí como nombre importante y más abajo sería ya un milagro. Para Rahm no fue el 'moving day' que necesitaba para estar en la pelea del domingo.

El vasco, que empezaba a siete golpes de Rose, volvió a hacer el par del campo para verse ahora a 11 de Matsuyama. El de Barrika, que llegó al Masters tras el nacimiento de su primer hijo y dos semanas sin coger un palo, hizo cuatro birdies por cuatro bogeys y peleará por su cuarto Top 10 seguido en el 'major' de Augusta.

Además, el también español José María Olazábal, que logró el viernes su gran objetivo de pasar el corte, siguió en una gran demostración de calidad y fuerza a sus 55 años, hasta tres fatídicos últimos hoyos. Doble-bogey, bogey y bogey convirtieron el -1 que llevaba en un +3 y un total de +5, en las últimas posiciones.

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