Cuando Talavera quiso ser la capital

C.S.Jara
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El Legado de Bono reúne casi 200 documentos referidos a Talavera, entre ellos el informe realizado sobre las fortalezas de la ciudad para optar a la capitalidad de Castilla-La Mancha

Con José María Barreda, en una visita a la guardería Julián Besteiro, en noviembre de 1984. - Foto: Legado de Bono

Una ciudad con 64.136 habitantes, a más de tres horas de viaje por carretera con el resto de la región y con cierta dependencia de Madrid o Toledo en materia de equipamientos. Son algunos de los datos del informe elaborado en la etapa preatonómica sobre Talavera, como ciudad candidata a convertirse en capital de la comunidad autónoma que después sería Castilla-La Mancha. 

El documento forma parte de Legado de Bono, un archivo digital con más de 20.000 documentos, fotografías y escritos del que fuera el presidente de Castilla-La Mancha, incorporados a la página web de la Fundación Pablo Iglesias (https://legadobono.fpabloiglesias.es/) y que se puede consultar desde la pasada semana. Son documentos de las diferentes etapas de la vida del que fuera presidente de Castilla-La Mancha entre 1983 y 2004 y, después, ministro de Defensa (2004-2006) y presidente del Congreso de los Diputados (2008-2011).   

El Legado de Bono acumula abundante documentación sobre la etapa preatunómica y el tiempo de su mandato al frente de Castilla-La Mancha. Cartas, actas de los Consejos de Gobierno, noticias de prensa e innumerables fotografías que dan testimonio de su actividad institucional, pero también de la faceta política en el marco del PSOEy de su vida personal. En mítines, reuniéndose con alcaldes de Talavera como Luis Antonio González Madrid o Florentino Carriches, con Pablo Tello en un concierto de Manolo Escobar, visitando centros diversos, cortando cintas... De esos y muchos otros temas tratan las fotografías recopiladas que tienen que ver con Talavera. 

Audiencia a delegados de estudiantes del CEU, el 23 de junio de 1998. Audiencia a delegados de estudiantes del CEU, el 23 de junio de 1998. - Foto: Legado de BonoCasi doscientos documentos en total relacionados con la ciudad, algunos especialmente llamativos, como el citado informe con el que se debían valorar los puntos fuertes de Talavera para convertirse en capital autonómica. La web dedica un apartado en exclusiva para el enjundioso asunto de la capitalidad, muy discutido durante las negociaciones previas a la aprobación del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha, un hito del que en este 2022 se cumplen  40 años. La sede las instituciones autonómicas es uno de los temas que el Estatuto tuvo que dejar en blanco para su posterior desarrollo, en un momento de especial rivalidad y competencia entre todos sus territorios. 

En ese contexto, en 1983 la Junta emprendería un estudio para decidir dónde se asentaría la capital autonómica y una encuesta para conocer el sentir de los castellano-manchegos al respecto. Una muestra de 2.000 habitantes de las cinco provincias de la región debía dar pistas al Gobierno regional que tenía que tomar una decisión antes de que llegara diciembre. Una campaña publicitaria diseñada por la Consejería de Educación y Cultura, dirigida por José María Barreda, reforzaría ese aspecto público, mientras se extendía la consulta a partidos políticos, sindicatos, diputaciones provinciales, cámaras agrarias, empresarios o colegios profesionales, para recabar sus opiniones al respecto. 

Se barajaron 21 ciudades candidatas repartidas por toda la región. Entre ellas se encontraba Talavera,  las cinco capitales, Alcázar de San Juan, Almansa, Azuqueca de Henares, Consuegra, Hellín, Molina de Aragón, Madridejos, Mota del Cuervo, Puertollano, San Clemente, Sigüenza, Tarancón, Tomelloso,Valdepeñas y Villarrobledo. Sobre cada una de ellas se elaboró un escueto informe, analizando su accesibilidad, infraestructuras o equipamientos.

1985, con Pablo Tello, saludando a Manolo Escobar.1985, con Pablo Tello, saludando a Manolo Escobar. - Foto: Legado de BonoEl referido a Talavera situaba en más de tres horas el tiempo medio de viaje por carretera con el resto de la región y aclaraba que la dotación territorial de carreteras en su área de influencia era baja, que la Nacional V, principal acceso a la ciudad, presentaba cierto grado de congestión y degradación en el tramo con Madrid y que el ferrocarril ofrecía «muy buenos servicios» con la capital del Estado. También daba muy buena valoración a las comunicaciones con los principales núcleos de la región y fuera de ella, aunque ponía algunos 'peros' en materias como el abastecimiento de agua, con un caudal insuficiente y con problemas de alcantarillado. Había, al menos, recogida de basura, parque de bomberos propio y alumbrado público en el cien por cien de la población, todo un hito si se tiene en cuenta que en Toledo, por ejemplo, llegaba solo al 90 por ciento.

La ciudad de 1983 contaba con 64.136 habitantes, de los cuales 3.680 se encontraban en paro. Con una extensión de 19.847 hectáreas, estaba en elaboración el Plan General de Ordenación Urbana y había déficit de suelo residencial e industrial, así como para equipamientos. En esa última materia, existían 26 centros de preescolar y EGB, con casi 13.000 plazas, 8 de BUP, 5 de COU y solo dos de Formación Profesional, con la mitad de plazas públicas.

Con 400 camas en el hospital, no se detectaban problemas de asistencia ni de dotacion en sanidad, y se observaba cierta dependencia con Madrid o Toledo para el resto de equipamientos. 

Con Gil, Rivas y María Ángeles Santos, en San Mateo de 1999. Con Gil, Rivas y María Ángeles Santos, en San Mateo de 1999. - Foto: Legado de BonoPor último, se analizaba la situación de la vivienda en la localidad: 17.049 viviendas permamentes ocupadas, otras 5.349 vacantes y 3.088 segundas residencias, no arrojaban ningún déficit en la materia.

Audiencia a Luis Antonio González Madrid y a José Manuel Molina, alcaldes de Talavera y Toledo, en 1987.
Audiencia a Luis Antonio González Madrid y a José Manuel Molina, alcaldes de Talavera y Toledo, en 1987. - Foto: Legado de Bono
Eran las credenciales de Talavera para optar a una capitalidad que  quedaba resuelta en una de las primeras leyes de la nueva autonomía el 7 de diciembre de 1983, con un artículo único que rezaba así: «Se fija la sede de las Cortes y el Gobierno de la Región de Castilla-La Mancha en la ciudad de Toledo».