Quejas y continuos retrasos que han desequilibrado la balanza desde hace tiempo. La falta de psicólogos en los tribunales está ocasionando graves dilaciones en distintos asuntos desde hace años y la situación no mejora a pesar de las continuas peticiones del exjuez decano de Toledo, Juan Ramón Brigidano, ahora presidente de la Audiencia de Toledo, de otros magistrados e incluso del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, que suele hablar de ello año tras año en la memoria de actividad y cuyo presidente, Vicente Rouco, lo ha mencionado en más de una ocasión. La problemática es tan grave que se elevó el al Defensor del Pueblo hace cuatro años.
El documento recoge como necesidad urgente, tanto en la memoria de los juzgados de Illescas, de Talavera de la Reina y de Toledo la necesidad de aumentar la plantilla o incorporar otras medidas que ayuden a agilizar la emisión de informes para salir de la situación «de colapso» que se está produciendo por la escasez de personal. Las quejas mas significativas se derivan de los asuntos de familia porque se produce un retraso de más de dos años en la elaboración de un informe, ya que el único equipo psicosicial de la provincia se encuentra en Toledo capital y «es absolutamente incompatible con las exigencias de la Justicia», según se detalla en este documento.
El aumento de prácticas periciales, sobre todo, en asuntos de familia, de menores o de derecho penal y la escasa dotación de medios, ya que normalmente hay un psicólogo en los equipos psicosociales, dependendientes del Instituto de Medicina Legal, de Toledo, Albacete, Ciudad Real y Guadalajara, con lo que Cuenca ni siquiera tiene la posibilidad, y urge aumentar el número de estos profesionales y de trabajadores sociales «para solventar la acumulación de trabajo».
En determinados momentos, la administración de Justicia ha firmado un convenio con el Colegio de Psicólogos para prestar el apoyo de esos profesionales y ofrecer mayor agilidad a determinados asuntos, pero se trata de una solución temporal que podría ayudar, sobre todo, en las periciales solicitadas por los litigantes relacionadas con la Justicia gratuita.
un problema a la luz Los equipos psicosociales tienen también otra misión especial, la atención de casos de violencia de género, una tarea que exige mucha dedicación y una gran agilidad para que la falta de estos dictámenes no retrasen los procedimientos judiciales. La plaza de psicólogo se creó en Toledo en 2005, pero dos años más tarde ya acusaba la enorme carga de trabajo.
La compleja situación de estos peritos ha llegado hasta tal punto en distintas provincias de la región, que ha llamado la atención del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). En este caso, una inspección realizada el año pasado puso de manifiesto la problemática en Illescas, Talavera de la Reina y Toledo capital por la falta de personal. Durante la visita se subrayó la dilación de más de dos años en los procedimientos de familia, que ha obligado en muchas ocasiones a firmar acuerdos con el Colegio de Psicólogos de Casilla-La Mancha «para que los informes más atrasados se realicen por profesionales externos», siempre que las partes no se opongan a la propuesta.
El CGPJ también está al tanto de la situación gracias a la reciente comparecencia de Juan Ramón Brigidano para optar a la presidencia de la Audiencia, en la que dibujó el panorama de la falta de medios personales y materiales en los juzgados de Toledo y deslizó el retraso «de hasta tres años» de los informes en los que es necesario un psicólogo y solicitó dos plazas más para cubrir la demanda que recae en los otros dos que trabajan para los siete partidos judiciales y para dar salida a más de 300 procedimientos que siguen a la espera.