El vandalismo alcanza a la escultura de Canogar

F. J. R.
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Entre la madrugada del sábado y la del domingo la pieza de acero donada en homenaje a las víctimas del Covid fue rayada con la palabra «sinvergüenza»

El vandalismo alcanza a la escultura de Canogar

La escultura donada por el artista Rafael Canogar a la ciudad de Toledo en homenaje a las víctimas de la pandemia de Covid-19 no ha durado ni 24 horas intacta. La penosa actitud de algún incívico, o un grupo de ellos, ha provocado que la pieza fuera víctima del vandalismo callejero antes incluso de su inauguración oficial.

El único consuelo es que la marca de ese acto sinsentido no es muy visible, aunque sí se puede leer a la perfección la palabra que se han grabado con algún objeto de metal (unas llaves o similar) en una de las planchas de acero cortén de esta magnífica talla de dos toneladas y media.

«Sinvergüenza (aunque sin poner la diéresis, como buen ignorante)» es la palabra con la que se ha marcado la escultura, que lleva el título de 'Yacente'.

La pieza fue inaugurada en la mañana del pasado domingo por la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, que la catalogó como un homenaje que expresa «dolor y esperanza», y que se servirá de « recuerdo a aquellos toledanos que han fallecido a consecuencia de la pandemia».

La escultura descansa frente a la Puerta del Cambrón, en un espacio elegido por el propio Canogar para homenajear también al proyecto del Museo de Escultura al Aire Libre que el toledano Grupo Tolmo promovió en la ciudad en los primeros años de la década de los ochenta.

No es la primera vez que el vandalismo se ceba con las esculturas urbanas. La talla de Bahamontes en el Miradero ha sido fruto de muchos actos incívicos, obligando al Ayuntamiento a instalar una cámara de tráfico en la zona para disuadir, algo que podría ser también ahora una solución en el caso de la obra de Canogar.