Amores y leyendas al estilo Hollywood

J. Monroy
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Luz Toledo ha supuesto en las sesiones del jueves por la noche un éxito incontestable de público, que tuvo que aguantar pacientemente la cola hasta llegar al Alcázar

Luz Toledo ha sido, al menos en las primeras ediciones del jueves por la noche, un éxito incontestable de público. Las colas de personas esperando el siguiente espectáculo superaban por momentos el final de Zocodover, y más allá. Sin duda que el Ayuntamiento puede sacar pecho de su capacidad de convocatoria.

¿Qué es lo que vieron las miles de personas que ya en la noche de ayer se acercaron al Casco a ver Luz Toledo? Una recopilación de leyendas, seguro que casi todas conocidas por ellos, contadas muy al estilo Hollywood. El cuarto de hora de espectáculo sobre la fachada norte del Alcázar comenzaba con la proyección de lo que el Ayuntamiento quiere que sea nuevo recinto ferial, Safont y su río, flanqueado por dos norias.

Del río, interpretada quizás por los pinceles del Greco, salió la ninfa, cual las nombradas por Garcilaso, que llevó el hilo de la narración de las leyendas. El espectáculo recordaba por las formas y el tono de la habitante del río la historia de la forja del anillo único en la primera película de Peter Jackson de la trilogía del libro de Tolkien.

Amores y leyendas al estilo HollywoodAmores y leyendas al estilo Hollywood - Foto: Ángeles VisdómineCon aquel tono épico, nuestra ninfa resumió la historia de amor de Raquel y Fernando, que acabó tristemente en el Pozo Amargo. Abordó la construcción de la Campana Gorda y sus consecuencias para la ciudad. Hablando de amor y muerte, recordó la leyenda del Rey Moro. Como no podía ser de otra manera, se acordó de Bécker y su Tres Fechas. Para acabar, por fin, con un final feliz, el que propició La Mujer del Alarife. ¿Acabar? No del todo. Porque todavía quedaban unos instantes de promoción de la ciudad, que vendrá muy bien a los visitantes de este fin de semana, y un precioso recuerdo a otro toledano de leyenda, Federico Martín Bahamontes. No podía faltar en estos días en los que el ciclismo vuelve a ser tan protagonista. Los últimos minutos fueron mera exhibición de luces y de un Alcázar que caía y se levantaba, daba vueltas y volvía empezar.

La técnica. Todo ello ha sido posible gracias a un videomapping (proyecciones a gran escala con sensación tridimensional) acompañado de música y efectos especiales. Gracias al warping, técnica que consiste en distorsionar controladamente la imagen para lograr un mayor efecto tridimensional, se ha potenciado la sensación de realismo y volumen. Por primera vez en diez años, aparecieron personajes en movimiento, basados en actores reales.

Desde el punto de vista técnico, Luz Toledo empleó seis conjuntos de dos proyectores de vídeo de alta potencia, con 22.000 lúmenes cada uno, más dos conjuntos más con dos proyectores de 30.000 lúmenes. El exceso de luz en algunos momentos, por lo menos en el primer pase, deslució un tanto las imágenes. La cobertura musical empleada, además, ha sido creada expresamente para este espectáculo. Su duración es de aproximadamente un cuarto de hora.

Durante las tardes de hoy y mañana se duplican las proyecciones de Luz Toledo. La misma fachada norte del Alcázar será el escenario de seis proyecciones, una cada media hora, desde las nueve y media de la noche.

Espectáculo de toledanismo. Antes del inicio del espectáculo, la alcaldesa de la ciudad, Milagros Tolón, habló de «noche especial», llena de toledanismo, en este importante Septiembre Cultural. El general director del Museo del Ejército, Antonio Rajo, agradeció que el Consistorio se acordara del Alcázar para este espectáculo. La consejera de Cultura, Rosana Rodríguez, puso el acento en que la cultura, como aquí, ha de ser accesible y para todos. Finalmente, Álvaro Gutiérrez, presidente de la Diputación, valoró este Luz Toledo como «acto de referencia cultural y turístico».