Las noches del fin de semana están  vinculadas al alcohol y últimamente no hay madrugada del domingo en la que los agentes de la Policía Local de Toledo no tengan que actuar. Esta vez la situación fue bastante seria, ya que el conductor se negó a detener su vehículo, se dio a la fuga hiriendo levemente a un agente y, tras ser interceptado, se resistió a su arresto. Todo un rosario de errores.

El suceso en cuestión tuvo lugar a las 3:00 horas del pasado domingo, en la rotonda del Lucero. Un coche patrullo observó un vehículo que circulaba haciendo ‘eses’ por la avenida de Madrid, en dirección a Toledo. La Policía Local le dio el alto, pero en lugar de obedecer, el conductor aceleró tratando de arrollar al agente. Los reflejos del policía le salvaron de daños mayores, aunque recibió un fuerte golpe en la mano con el coche.

La patrulla se recompuso, pidió apoyo y, finalmente, el conductor fugado fue interceptado en la avenida de Castilla-La Mancha, a la altura de la Escuela de Hostelería.

La historia no acabó ahí, ya que el sujeto se resistió de manera violenta y llegó a romper la ventanilla de su coche. Los agentes le redujeron y, finalmente, fue detenido y puesto a disposición judicial imputado por delitos contra la seguridad vial y atentado contra agente de la autoridad.

Presentaba evidentes signos de embriaguez, aunque se negó a hacerse la prueba. El agente de policía presenta un golpe en la mano sin mayor gravedad. Continúa prestando servicio.