La delgada línea que separa una carambola hacia dentro o hacia fuera, o los pequeños detalles o fallos de concentración están siendo una losa insalvable para el Villacañas, que en su visita a Villarrubia de los Ojos acumuló su sexta jornada sin conocer la victoria.

La mejor noticia para Fernando Lominchar, entrenador del equipo, es que la fe y la perseverancia de sus jugadores están a prueba de bombas. Tras el chasco del derbi de siete días atrás ante el Illescas, que se llevó los tres puntos en la prolongación, el Villacañas quiso ser protagonista y poner cerco a la portería rival. Lo consiguió, aunque sin premio, en una madrugadora acción de Manu Ruiz, que tras golpear en un defensa se estrelló en el poste de la portería defendida por Sergio Moya.

Dice el refranero que de tanto ir el cántaro a la fuente acaba por caer, pero los cantos le salen todos rodados a un equipo que empezó a recular cuando su rival creció. Javi López salvó la primera del Villarrubia, con una buena intervención. Sin embargo, poco pudo hacer con un lanzamiento raso con el que Torralbo abrió el marcador.

Y tras el enésimo golpe, el Villacañas se levantó por enésima vez. Estaba compitiendo, aunque sin demasiada profundidad, y acabó por meterse de lleno en el partido con una magnífica acción en forma de recurso de José Ángel, quien ganó un balón suelto en el área y conectó una volea imposible para Javi López.

En la ya de por sí amplia lista de factores psicológicos en contra, el Villacañas incluyó esta vez el hecho de encajar un tanto nada más volver del paso por vestuarios. Joselito, increíblemente libre de marca en el segundo palo, volvía a poner por delante a los locales, que a partir de ahí sí evidenciaron muchos menos problemas para controlar el partido. Vera, solamente un minuto después, estrellaba en el poste lo que hubiera sido la sentencia.

El cierto orden que mantenían los de Fernando Lominchar hizo que siguieran vivos, pero al primer arreón serio se le vieron las costuras defensivas al equipo. Carlos Díaz dirigió una contra, con todo el Villacañas volcado, para ceder a Joselito y que éste hiciera su segundo gol de la tarde y cerrase una cita en la que los momentos puntuales volvieron a escapársele a un Villacañas que mostró algún brote verde.