El único acusado por la agresión sexual y el robo con violencia en casa habitada cometido en una vivienda de la provincia, Aleksander N, ha quedado absuelto por la Audiencia Provincial, según confirmó a este diario una fuente conocedora de la decisión del tribunal. Una muestra de restos biológicos confirmaba la presencia del individuo en la casa, pero no que fuera el autor de la agresión sexual porque entraron aquella noche de 2007 cuatro individuos en el domicilio para cometer el robo y fueron dos los que forzaron a la mujer. Además, el delito de robo con violencia ha quedado prescrito porque han transcurrido más de cinco años desde que ocurrieron los hechos, por lo que la condena queda sin ejecutar. Hay que recordar que la Fiscalía pedía 19 años de cárcel para este hombre que permanecía en prisión provisional por este caso: 14 años por la agresión sexual y 5 por el robo con violencia.

El juicio se celebró el pasado día 26 en la Audiencia Provincial. Una muestra de restos biológicos recogida en una toalla situaba al individuo en la vivienda aquella noche, pero no ha quedado demostrado que cometiera la agresión sexual. Los cuatro asaltantes -los otros tres no han sido identificados- entraron en el domicilio con la cara tapada, pero en el transcurso del delito, uno se cubrió la cara con una toalla de la vivienda, tal y como relataron las víctimas. El botín del robo incluyó tres relojes de marcas de calidad, unos 2.000 euros en metálico y diversas joyas.

El matrimonio propietario de la vivienda estuvo presente como testigo en el juicio en la Audiencia Provincial. Ambos relataron los recuerdos de aquella noche de 2007. Los 13 años transcurridos se deben a que la identificación de Aleksander N. como la persona que estaba detrás de esa muestra biológica no llegó a la Guardia Civil hasta hace dos años.

El individuo fue detenido en Francia en 2009 por un delito de receptación (delito que realiza el que, con conocimiento de un delito, ayuda a los responsables a aprovecharse de los efectos, o recibe, adquiere u oculta tales efectos) y fue sometido a una prueba de ADN.

Nueve años después, los agentes españoles tuvieron conocimiento de esta coincidencia con los restos biológicos recogidos en la toalla en el año 2007. Entonces, Aleksander N., de origen albanés, fue extraditado desde Macedonia y estaba en prisión provisional.