380 años del título de Villa para La Calzada de Oropesa

José García Cano
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Gracias a la extensión de la aldea de Carrascalejo, el nuevo término municipal de La Calzada llegó a ocupar más de catorce mil hectáreas, el mayor término del señorío de Oropesa, después del propio municipio

380 años del título de Villa para La Calzada de Oropesa

El próximo jueves 20 de enero recordamos la fecha en la que allá por 1642, el rey Felipe IV concedió a La Calzada de Oropesa el título de villa, librándose así este lugar de la jurisdicción del señorío de Oropesa, del que dependía hasta entonces. Es curioso como el mismo rey recuerda a los vecinos y municipio de La Calzada, que desde ese momento la población debía de denominarse Calzada y Carrascalejo, ya que la pequeña aldea de Carrascalejo quedaba unida administrativamente a la primera y de ahí que se debieran fusionar sus nombres. Gracias a la extensión de la aldea de Carrascalejo, el nuevo término municipal de La Calzada llegó a ocupar más de catorce mil hectáreas, el mayor término del señorío de Oropesa, después de la propia Oropesa. Aquel lugar de Carrascalejo terminó desapareciendo, asumiéndose sus vecinos entre la población de La Calzada; el único resto que quedó fue una fuente de piedra que antaño estuvo en la plaza principal del lugar, en lo que aún hoy denominan los lugareños Carrasca. En el momento en el que concedió el título de villa, La Calzada contaba con 435 vecinos, de ellos 304 casados, 41 solteros, 20 menores y 70 viudas. En el siglo XVIII nos hablan los documentos de la importante industria textil que hubo en La Calzada pues existió una fábrica de sayales de paño y géneros de lana, la cual tenía cuatro telares donde se ocupaba una parte de la población, lo que hacía de la villa una de las más rentables del señorío de Oropesa. También contó con dieciséis telares de paños y diez de sayales para los religiosos. En otros telares se preparaban lienzos y mantelerías de lino y digno es de recordad que a mediados de aquel siglo se fabricaban de media hasta cinco mil sombreros al año. 

Es sabido que la antigua calzada romana que unía Mérida (Emérita Augusta) con Talavera de la Reina (Caesaróbriga) y Toledo (Toletum) fue la que dio el nombre y origen a la población, confirmando la antigüedad de este enclave toledano; además el hallazgo en 1998 de una necrópolis tardorromana próxima a la Laguna de las Limas, acusa aún más el pasado romano de esta comarca. El citado rey Felipe IV nombraría como primer alcalde del lugar a Francisco García de la Herrera, como así consta en la Real Cédula con el título de villa. Como curiosidad las crónicas hablan de la aparición del Santísimo Cristo de las Misericordias, que sería luego el patrón de la localidad; parece ser que hubo un antiguo hospital prácticamente abandonado, del cual se hundió una de sus naves. A partir de entonces, algunos vecinos comprobaron que entre los escombros del hundimiento se veían unas pequeñas luces, por lo cual decidieron excavar entre los restos, momento en el cual se encontraron con la imagen de Nuestro Señor Crucificado. Posteriormente fue colocado en el mismo hospital y a continuación en una pequeña ermita construida a expensas de las limosnas de los devotos; esta ermita fue con el tiempo la capilla del querido convento de las madres agustinas recoletas, el cual fue fundado por la casa de Oropesa y que actualmente alberga a ocho religiosas. Se construyó en el camino que llevaba a Carrascalejo. La parroquia de La Calzada es del siglo XVII y está dedicada a la Asunción de Nuestra Señora, construida en estilo renacentista y de una sola nave y cuyo retablo es el más grande de la provincia, después del de la Catedral de Toledo. Cerca del camino real se levantó la ermita de Santa Ana, hacia el oeste una dedicada denominada de los Mártires y al sur otra más con la advocación de San Bartolomé. Como lugar recomendable para visitar y conocer, La Calzada también posee un impresionante encinar que se puede ver desde su Dehesa Boyal, donde se contempla uno de los mayores bosques de encinas de toda la región, el cual rodea el embalse del Rosarito y la ribera del Tajo y donde también podemos encontrar algunas aves rapaces y de ribera. La Calzada se sitúa muy cerca de las primeras estribaciones de la Sierra de Gredos, convirtiéndose en un interesante municipio para visitar y conocer en profundidad, demostrando que hay cientos de parajes muy interesantes dentro de nuestra provincia, que son la excusa perfecta para realizar interesantes rutas y excursiones. En 1797 el párroco de La Calzada contestó al interrogatorio hecho por Tomás López definiendo así a La Calzada:

380 años del título de Villa para La Calzada de Oropesa
380 años del título de Villa para La Calzada de Oropesa
    «El pueblo de La Calzada se presenta situado en una planicie agradable y alegre, despejada por toda su circunferencia, como del todo desembarazada de cumbres, bajos montes… Coronada apreciablemente por todos sus costados de el útil plantío de bien frondosas y feraces olivas. Su temple tiene más de caluroso que de frío, por lo que, aún en el corazón del invierno, por raros años se ve caer en su suelo un copo de nieve....»