Rémi Cavagna se convirtió en el sucesor de Philippe Gilbert en Toledo. El corredor del Deceuninck-Quick Step ganó a la heroica una etapa cuyos focos se los llevó, por enésima vez, el Movistar. A 66 kilómetros para el final, al paso por Escalona, el equipo de Alejandro Valverde se puso a tirar con un grupo de corredores caídos, entre los que se encontraba el líder, Primoz Roglic, Miguel Ángel López y Tadej Pogacar. De todos modos, quedará para siempre el golpe de riñón del francés, que se exprimió al máximo en los últimos kilómetros para levantar los brazos a los pies del Alcázar.

Y es que, en esta Vuelta 2019 no hay día tranquilo y lo que se preveía una etapa serena, entre Ávila y Toledo, acabó en drama. Caras largas de los Movistar mientras Cavagna sonreía y Roglic salvaba una nueva piedra en el camino para conquistar su primera grande. Reparto de sentimientos. Y es que desde los primeros kilómetros tras darse la salida en Ávila, el arranque en subida hizo al pelotón tambalearse. De todos modos, costó que cuajase la escapada del día. Lo hizo en el puerto de la Paramera con once unidades, entre las que se encontraban David de la Cruz y Ben O’Connor.

La lluvia no fue el mejor aliado para la carrera, pero muchos equipos en el pelotón se empeñaron en impedir que los escapados aumentaran su ventaja y apenas llegó a exceder de los dos minutos y medio. El Caja Rural fue de las escuadras empeñadas en no dar bola a los de delante cuando los ciclistas se fueron adentrando en la provincia de Toledo, por la localidad de Paredes de Escalona.

Cavagna reina en Toledo y da color al caos - Foto: Yolanda LanchaTuvieron que sufrir una lluvia incesante hasta que, por culpa de una moto, varios corredores se fueron al suelo justo al lado del Castillo Palacio de Escalona, incluido el líder de la general, un Roglic que pidió rápidamente una bicicleta para continuar la marcha. El Movistar se puso al frente del gran grupo (antes no lo estaba) y agrandó su leyenda de conjunto que se mete en todos los charcos.

Los jueces decidieron no dar corte con Roglic, ‘Superman’ López, Pogacar y compañía, así que la escuadra celeste acabó favoreciendo que los favoritos entraran se unieran de nuevo con ello. La mecha ya se había prendido, pero quedaban todavía más de 40 kilómetros para la meta con un grupo de escapados que ya se había reducido a nueve. Se salvó sin consecuencias el paso por Torrijos y a unos 24 kilómetros del final, Rémi Cavagna pensó que era su día y se fue como una flecha hasta Toledo. Aumentó la diferencia hasta más de un minuto y medio, pero sus perseguidores le fueron comiendo terreno ya en la ciudad.

El francés del Deceuninck tiró de riñones para dar pedaladas en la subida al Valle y llegó con unos 25 segundos de adelanto en la rotonda del Sembrador, en el barrio de Santa Bárbara, justo el punto, a 2 kilómetros de la meta, donde el pelotón absorbió a sus compañeros de escapada. Cavagna comenzó la subida hasta el Alcázar con un ritmo bueno y al final celebró un triunfo con sabor a clásica. Sólo le sobraron cinco segundos respecto al irlandés Sam Benett (Bora) y a su compañero Zdenek Stybar. De hecho, Gilbert hizo cuarto y Alejandro Valverde acabó quinto.