Si miramos el marcador, 0-6, nos quedamos con una goleada del Toledo en su visita al Municipal San Marcos, lo que haría suponer que el partido fue fácil para los de Manu Calleja. Sin embargo, sí lo fue pero solo a partir de dos momentos determinados, cuando nada más iniciarse la segunda parte marcaron el 0-2, y cuando en el minuto 60 el local Caín vio la segunda amarilla por protestar y dejó a los suyos en inferioridad. La primera parte había sido igualada, con dos equipos sin complejos y que dispusieron de ocasiones, pero jugando en superioridad numérica, el Toledo pasó el rodillo y le metió seis goles que sonrojaron un poco a la afición local.

Sin ninguna duda, el Toledo demostró el potencial de su plantilla, confeccionada expresamente para conseguir el ascenso, ya que lo contrario sería un fracaso.

La primera mitad arrancó con los dos equipos un tanto tímidos, sin lanzar aún sus naves adelante, y dejando pasar los minutos para ver si conseguían forzar algún error rival. Y esta acción no llegó hasta el minuto 26, toda vez que Iván Bueno recibe el balón tras una jugada de sus compañeros por la banda izquierda. Ahí se pudo ver una de las diferencias entre los dos equipos, la defensa local no fue contundente y a la hora despejar el balón, e Iván Bueno no perdonó. Se demostró la inoperancia de los centrales, lo que para desgracia local sería una tónica durante el partido.

El Quintanar del Rey también generó peligro, pero tan solo a balón parado. Eran Amalio y Verdú quienes luchaban todo lo que podían para imponerse a la defensa del Toledo, pero en ninguna de las ocasiones lo consiguió.

Así, se fueron ambos conjuntos al periodo de descanso, para recapacitar y plantear más dificultades a su rival. Pero poco duraron los planteamientos iniciales, ya que muy pronto llego el 0-2. Solo era el minuto 47, y un fallo garrafal de la defensa local, con poca contundencia de nuevo, hizo que el balón cayera a los pies de Rubén Moreno para fusilar a placer. El Quintanar del Rey veía como muy pronto se le volvía a poner la cosa muy negra.

Cuando se llegó al minuto 60, se vivió la jugada clave para que después se pudiera dar la goleada final. Un fuera de juego discutido por la parroquia local, provocó la protesta airada de Caín, que teniendo ya en su haber una tarjeta amarilla, el colegiado no dudó en amonestar su reacción con otra más, lo que se tradujo en su expulsión.

A partir de ese momento, ya jugando en superioridad numérica, se pudo ver un gran vendaval de fútbol por parte del Toledo, demostrando que jugando con espacios es uno de los equipos más peligrosos del grupo.

Así, ocho minutos después de la expulsión, llegó el 0-3. Un rechace en el área grande que cae sobre Obed y bate al portero al palo largo.  En el minuto 74 llegó el 0-4, Iván Bueno, muy activo durante todo el partido, cogió el balón en el centro del campo, arrancó a correr, y al ver al portero adelantado la clavó por toda la escuadra.

El gol que supuso la manita llegó gracias a un centro al área a cargo de Iván Bueno, que en esta ocasión la cede a su compañero Denis, que no perdona. Ya en el minuto 86 era Manu Gavilán el que cerraba la goleada, aprovechando una jugada por la banda derecha. Era un centro de Álex Pérez y Manu Gavilán, que había entrado 20 minutos antes para dar descanso a Santigosa, se apuntó al carrusel de goles.