La masiva desaparición de mascarillas en los almacenes del Virgen de la Salud ha propiciado que la gerencia del Complejo Hospitalario de Toledo reconozca en una circular interior remitida a los jefes del servicio y los supervisores de enfermería que pueden «surgir roturas de stock difíciles de solventar en el momento actual» que van a «repercutir negativamente en el funcionamiento del centro».

La nota interior, remitida el pasado jueves, no señala directamente a los empleados del hospital como autores de las sustracciones denunciadas ayer por La Tribuna, aunque sí que explica que el «consumo anormal de protección biológica (mascarillas, guantes, batas...) solo puede explicarse por acopio del mismo y no por uso».

Así, de forma tácita, se está señalando sin hacerlo a los trabajadores del Virgen de la Salud, una insinuación que se refuerza cuando en la nota la gerencia recuerda que «dicho material es de uso exclusivo (en mayúsculas y negrita) del Complejo Hospitalario».

Con todo, lo más grave de la cuestión, al margen de que el propio personal se haya estado apoderando de mascarillas sin control alguno, es que la propia gerencia del centro sanitario advierte que este «acopio anormal» implica que puedan surgir momento de escasez de ese tipo de material que afecten al normal funcionamiento del Virgen de la Salud, tanto en los casos de coronavirus para pacientes y personal como en el caso de quirófanos y otros profesionales y enfermos que a diario requieren de mascarillas para poder ejercer su trabajo con garantías o mantener su calidad de vida.

Por todo ello, y tal y como adelantó La Tribuna, desde el hospital se ha tomado la decisión de reducir las peticiones de material de protección biológico «a las necesidades de cada momento» y se prohibe explícitamente sacar cualquiera de esos materiales fuera de las dependencias del Virgen de la Salud.

Lo que no han confirmado desde el propio hospital es la cantidad exacta de cajas de mascarillas que echan en falta ni si se ha iniciado una investigación interna para descubrir a las personas que han realizado «acopio» o sustracción de las mismas.