Una matrona del equipo del hospital Virgen de la Salud que atendió a la pareja que profirió agresiones verbales y amenazas por no querer atenerse al protocolo del coronavirus permanece en aislamiento domiciliario, a la espera de que se pueda confirmar que no se ha contagiado de la enfermedad. Fuentes legales del Colegio de Enfermería explican que se trata de la profesional que estuvo más cerca de la mujer, en la cabecera, y que por las prisas durante el parto tan solo pudo tener como dispositivo de barrera una mascarilla quirúrgica, sin otro EPI. La cuestión se complicó cuando la pareja dio positivo en las pruebas PCR.

La matrona en cuarentena dio negativo en la PCR que le hicieron a los dos días, pero está pendiente de que se le repita, apuntan desde el Colegio, dado que la enfermedad en ocasiones tarda unos días en manifestarse.

El problema, apuntan desde el Colegio, es que se tendría que haber hecho la prueba PCR a la pareja en cuanto llegó, según marca el protocolo anti Covid del hospital. Pero como la mujer ya estaba en fase expulsiva, pasó directamente al paritorio. Ellos se negaban y tuvieron que acudir responsables del centro. El consejo de los expertos legales del Colegio es que, en casos así, se llame de inmediato no solo a los responsables del hospital, sino a la Policía Local o Nacional, para que levantaran atestado y, en su caso, sancionaran, “porque está reglamentado que el uso de mascarillas es obligatorio en las calles, espacios abiertos y, sobre todo, espacios cerrados, y un establecimiento público como es el hospital”.

Desde el Colegio se ponen a disposición de las matronas por si quieren seguir adelante con algún tipo de acción judicial. Los servicios jurídicos están convencidos de que ha habido un delito de amenazas y agresión verbal bastante violenta. Ellas, de momento, han presentado ya un incidente de acto violento ante la gerencia del Sescam.

Los hechos tuvieron lugar el pasado día 19 de agosto de 2020. Matronas del Complejo Hospitalario de Toledo denunciaron ante la Gerencia de dicho Centro la comisión de un episodio violento de agresiones verbales y amenazas por parte de una mujer embarazada y sus familiares a su ingreso, por no aceptar el cumplimiento del protocolo anti Covid-19 del Centro.

La embarazada llegó al hospital en fase de periodo expulsivo sin mascarilla, y al proporcionársela, tanto ella como su pareja, se negaron a ponérsela, profiriendo exclamaciones agresivas y amenazas contra el personal sanitario. Tras el parto, la prueba PCR realizada fue positiva, lo que ha propiciado que parte del personal del paritorio haya tenido que quedar en cuarentena domiciliaria, y que el resto de personal haya optado por realizarse pruebas diagnósticas para prevenir un contagio hacia sus familiares.