Martín Arranz, genio y figura

Mario Gómez
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El polifacético taurino repasó la actualidad de la tauromaquia dejando pinceladas de su marcada personalidad. A sus 71 años, aseguró «no deber nada a nadie», lo que le permite decir lo que piensa sin tener que dar cuentas

Martín Arranz, genio y figura - Foto: Antonio Almena

En un mundo cargado de ‘bienquedismos’ en el que muchos, tras una apariencia amable, buscan las espaldas para criticar o dar puñaladas, la forma de ser de Enrique Martín Arranz puede que no a todos caiga de igual manera.

Persona directa (demasiado en ocasiones, tal y como él mismo reconoció), no se calla nada de lo que piensa. Impulsor de la Escuela Taurina ‘Marcial Lalanda’, y sobre todo potenciador del enclave del Batán, Arranz ha visto cómo esta era un vergel de novilleros punteros y de matadores figuras del toreo.

Sin duda son dos ‘José’ los que más han marcado su trayectoria. El primero, el tristemente malogrado José Cubero ‘Yiyo’, el otro José Miguel Arroyo ‘Joselito’, quien aparte de ser como un hijo, es ahora quien le acompaña en la aventura de Tauromaquias Integradas. Un proyecto del que dijo que surgió a raíz de ciertas reuniones con el anterior ejecutivo municipal de Madrid y sobre el que reiteró que su máxima es que las instalaciones del Batán siguiesen abiertas.

Sin pelos en la lengua, habló de la situación actual de la fiesta, de la problemática para dar novilladas por los altos costes y cómo repercute en el menor número de novilleros que surgen, en la necesidad de adecuar el espectáculo al siglo XXI, en las posibles modificaciones que para ello deberían sufrir puya y descabellos y afirmó -para tratar de disipar dudas- que «sangre sí pero la necesaria»; y comparó la evolución de la tauromaquia tal y como la conocemos respecto con la de comienzos del siglo XX cuando eran decenas de caballos los que perecían durante la suerte de picar y cómo eso se acabó con la implantación de los petos protectores.

Abogó también por la necesidad de apoyar a los que empiezan y por la importancia de que estos se rodeen de gente que «les aporten conocimientos al respecto», defendiendo la figura del apoderado tradicional e independiente frente a la figura de los empresarios que a la vez conducen las carreras de los toreros.

De sus litigios con la Comunidad de Madrid, sentenció que «el paso del tiempo le ha hecho no tener credos ni ideologías políticas» y por ello, esté quien esté al frente de dichas instituciones, luchará por lo que son sus ideales.

Ejemplo de romanticismo y dedicación al mundo del toro, Martín Arranz no rehuyó ninguno de los temas que se le plantearon, o mejor dicho, fue planteando, pues a pesar de que el periodista Óscar Castellanos, moderador del acto, buscó encauzar de forma constante la charla y reconducir el coloquio hacia derroteros más lógicos y contextualizar las afirmaciones del invitado, Arranz, haciendo gala de su personalidad muy marcada, fue abordando diferentes temas según le vinieron a la mente; a pesar de lo cual hizo las delicias de los asistentes por lo explícito y espontáneo de su vocabulario y gestualización .

Interesantes anécdotas, curiosidades varias y una máxima: la humildad, que es la cualidad que más destacó para no regodearse en el éxito ni hundirse en el fracaso, pues «solamente hay que competir contra uno mismo, única forma de ser el mejor», sentenció.