La Policía ha usado hoy gas lacrimógeno y munición no letal contra los manifestantes que un día más desde hace cuatro meses han salido a las calles para protestar contra el Gobierno de Carrie Lam. 

Cientos de hongkoneses se han manifestado en distintos lugares de Hong Kong a lo largo de la jornada, rodeando centros comerciales. La situación más tensa se ha dado en torno a la boca de metro de la parada Príncipe Eduardo, en el distrito de Mong Kok, punto neurálgico de las protestas. 

Al caer la noche (hora local), los manifestantes han levantado barricadas dando lugar a un enfrentamiento con la Policía, que ha usado gas lacrimógeno y munición no letal, según informa South China Morning Post. 

En Sha Tin, un hombre ha desplegado una bandera china en el centro comercial New Town Plaza y ha gritado "Hong Kong es chino", tras lo cual se ha subido a un autobús que los manifestantes han frenado para obligarlo a bajarse y golpearlo en la cara. La Policía ha tenido que liberarlo y escoltarlo. 

Las protestas hoy, que han concentrado a cientos de personas en varios puntos de Hong Kong, han sido menos violentas que las del domingo. Miles de personas marcharon con máscaras desafiando una reciente ley, en un ambiente pacífico, si bien al final de la jornada se desataron los disturbios. 

Las manifestaciones en Hong Kong comenzaron el pasado mes de junio contra la polémica ley de extradición a la China continental. Lam finalmente accedió a cancelar el proyecto de ley y ofreció un diálogo nacional pero se ha negado a otras demandas, como el sufragio universal. 

En un nuevo intento para desactivar las protestas, el Gobierno de Lam recuperó la semana pasada una ley de la era colonial que prohíbe el uso de máscaras en manifestaciones. Sin embargo, los participantes la han desafiado una y otra vez desde que se recuperó la norma. 

"La opresión del Partido Comunista, así como el reciente uso de las leyes de emergencia y la prohibición de las máscaras están afectando negativamente a la libertad en Hong Kong", ha dicho un hongkonés de 35 años al SCMP, asegurando que las protestas seguirán.