APAT pide pictogramas en pasos de peatones y edificios

I.G.Villota
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La Asociación de Personas con Autismo de Toledo subraya que esta medida facilita la vida a estas personas y no requiere de una gran inversión. Se ofrece a colaborar con el Ayuntamiento

Varias ciudades, entre ellas Ávila, en la imagen, y municipios han optado por los pictogramas como medida inclusiva.

Las estadísticas oficiales indican que tres de cada 1.000 niños son diagnosticados con el Síndrome de Asperger en España. Sin embargo, estudios recientes elevan esta cifra a uno de cada 250. Ayer se celebró el Día Mundial del Asperger, incluido dentro de los Trastornos del Espectro Autista (TEA), y la Asociación de Personas con Autismo de Toledo (APAT) aprovechó esta fecha para visibilizar una disfunción que, indicó su presidenta, Yolanda Villar, es más frecuente de lo que pensamos aunque no esté diagnosticada en muchos casos. «Muchas personas no tienen diagnóstico. Se dice que tienen sus rarezas, que son diferentes, que no se relacionan bien», apreció.

Desde la entidad ven urgente hacer más inclusivas nuestras ciudades, motivo por el que reclaman la señalización con pictogramas en pasos de peatones y edificios públicos, zonas de ocio o instalaciones deportivas, una solicitud que hacen extensible también a restaurantes, tienda, clubes deportivos y otro tipo de servicios, adaptados a personas con autismo. «Les facilita mucho su día a día, porque lo visual lo interiorizan mucho mejor que lo que leen», explicó Villar, recalcando que es una medida positiva también para niños pequeños, mayores con pérdida cognitiva o quienes no hablan nuestro idioma.

La presidenta de APAT indicó que es una medida inclusiva que «no requiere una gran inversión» y  «sencilla» que  ya han adoptado numerosas ciudades y municipios pequeños, por lo que se ofrecen a colaborar con el Ayuntamiento de Toledo, con la Diputación Provincial y con la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

En Pamplona, por ejemplo, más de 300 pasos de peatones con semáforos van a contar con  una sencilla placa con pictogramas que describen su funcionamiento y cuándo se puede cruzar o no.

Otros municipios han optado por pintar estos pictogramas en la calzada, en sendos extremos del paso de peatones, instando a pararse primero antes de cruzar, mirar para ver si hay algún vehículo que pueda estar aproximándose al paso de peatones, comprobar que se ha detenido y, por último, cruzar de una manera segura.

También muchos municipios han optado por colocar placas con pictogramas justo debajo del nombre del edificio público en cuestión, por ejemplo una biblioteca, una piscina cubierta o un centro de salud.

discapacidad social. Desde APAT invitan a ponernos en el lugar de las personas con trastorno del espectro autista, en este caso Asperger, reivindicando que se les conceda la «discapacidad social» toda vez que a estas personas les cuesta especialmente relacionarse con los demás, entender la ironía y los dobles sentidos, además de manifestarse en patrones repetitivos o con una conducta rígida, pero sin ser una enfermedad ni una discapacidad intelectual. «Normalmente tienen un funcionamiento cognitivo en la media o por encima de la media», explicó Villar, indicando la necesidad de ofrecer una educación y unos trabajos adaptados a ellos.

Una red. La presidenta de APAT insiste en la importancia de recibir un diagnóstico porque es el punto de partida para mejorar la calidad de vida de los niños y sus familias gracias a entidades como esta y los servicios que ofrecen. «Se genera una red que arropa a las familias, te dice que no estás solo y que tu hijo va a salir adelante, que no puedes quedarte en un rincón».

Destacó los avances en pos de la inclusión y la normalización, dando visibilidad a estas personas y las asociaciones que los representan, pero no se olvidó de que «queda mucho camino por recorrer».