El corazón de Yuncos late al ritmo del Toro Enmaromado

Mario Gómez
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Miles de personas abarrotaron la localidad para disfrutar de una gran jornada con el toro como eje principal y motivada por la Asociación Cultural Toro Enmaromado

Yuncos aunó diferentes manifestaciones de la tauromaquia - Foto: Mario Gómez

Recorrer las calles de Yuncos en las inmediaciones de la festividad de San Blas es respirar “toro” por los cuatro costados. En parte por culpa de la Asociación Toro Enmaromado y en parte por la afición desmedida de sus gentes, que cada día va a más.

En esta ocasión quisieron vibrar, sentir y latir al ritmo que marcó el cárdeno corazón de ‘Tomatillo’ un toro de la prestigiosa ganadería de Adolfo Martín y que tal y como nos confirma el presidente de la asociación, Roberto Ramos, el propio ganadero, tras conocer e interesarse por la tradición de Yuncos y sus sueltas con maroma, ha sido el primero en apoyar que uno de los suyos, «un toro en el que tenía muchas esperanzas» sea inmortalizado como el toro de San Blas 2020.

No cabe duda que la elección de la ganadería, afianza y consolida una tradición que, tras el Congreso Nacional celebrado el pasado año y donde Yuncos se convirtió en la capital del festejo popular, y puso un listón muy alto en cuanto a la elección y juego de las ganaderías a lidiar.

Charlamos con su presidente, y de sus palabras se desprende una entrega abnegada por la difusión de la tradición del toro de cuerda, y nos relata, como durante el año en las diferentes actividades que realiza la asociación, se produce el hermanamiento entre los miembros y la colaboración entre ellos, además de pensar en el futuro: los más pequeños como garante de perpetuar las tradiciones. Por ello, los más pequeños cuentan con tarifas de socio especiales, y anualmente se les renuevan las camisetas para que estén perfectamente equipados, además cuentan con “Chocolatero” un carretón que sirve para que tomen contacto con la maroma y se acerquen a ella.

Reconoce Roberto Ramos, que la actividad es constante durante todo el año, y que la sede es el lugar de referencia donde los socios pueden contemplar el paso del tiempo materializado en forma de objetos, carteles, recuerdos e incluso taxidermias de algunos de los animales que han pisado la Calle Real. Tanto es así que, desde este pasado jueves, una lona de microfibra se exhibe en los muros de la sede haciendo las veces de lienzo en el que se recoge la tradición del toro enmaromado en Yuncos y que cuenta con una iluminación propia que la dota de una singular espectacularidad.

Otro de sus puntos fuertes es la difusión audiovisual que realizan de todas sus tareas. Un trabajo que, en palabras del propio Ramos, realizan algunos de los socios con la finalidad de que todo el mundo pueda conocer todos los pormenores, desde que está en el campo, su llegada al municipio y su suelta por el recorrido de la localidad.

Dentro de estos avances que vienen realizando, destaca la construcción de un corral donde descansan los toros desde su llegada, y que, tras la fabricación de unas ventanas, el aficionado puede conocer a cada uno de los animales antes de verlos en las calles, o la instalación de un mueco en el que poder enmaromar, tarea que anteriormente se realizaba en la ganadería de procedencia, y que ya se puede realizar in situ, momentos antes de la suelta. Todo ello, para acercar cada vez más la tradición a todos aquellos que se acercan a Yuncos ante el reclamo de este festejo, inherente a la localidad tal y como muestra el “monumento al toro”, inaugurado el año pasado y punto estratégico desde donde tradicionalmente se lanzan pétalos en homenaje al burel.

Conscientes de que desde muchos puntos de España son muchos los que acuden para ver esta exhibición y con la intención de que los kilómetros hechos, se vean más amortizados, este año como novedad, tras el toro enmaromado, fue el turno de un toro de cajón. Un vistoso ejemplar burraco de ‘Toros de la Plata’, de nombre ‘Hilador’ y que sustituía al anunciado inicialmente, de la misma ganadería, pero de pelo colorado y de nombre ‘Chillón’, que se lesionó antes de ser embarcado. Esto, con la intención de fomentar más aún la afición y ante la consciencia de que mucha gente se desplaza hasta Yuncos para ver el toro enmaromado y en ocasiones, la brevedad de la suelta, hace que queden con ganas de más. Posteriormente, se celebró la bueyada infantil, para que los más pequeños tuvieran contacto también con el toro en la calle; que había tenido su prólogo con el mencionado ‘Chocolatero’, que hizo las delicias de los más pequeños desde las 12 del mediodía en la Plaza de la Villa.

Y es que en Yuncos desde pequeños se les inculca el respeto por el toro, y el amor por esta manifestación cultural como es la de los enmaromados, por lo que no es raro que, a medida que van creciendo, los niños de la localidad sientan dentro el ‘gusanillo’ de participar más activamente de esta fiesta, que asegura la salud y la perpetuidad de Yuncos y su idilio con el Toro Enmaromado.