Toledo afronta su primer día de curso con normalidad

M.G
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Todos los centros educativos de la provincia abren sus aulas para recibir a 143.363 alumnos. El profesorado crece con la incorporación de 1.166 docentes, de los cuales 320 trabajarán como refuerzo. La vuelta a las aulas sigue un riguroso protocolo

Toledo afronta su primer día de curso con normalidad - Foto: Yolanda Lancha

«¡Pásatelo genial y disfruta!» La frase podría ser de cualquier padre o madre el primer día de colegio de sus pequeños, pero la suele decir el conocido neuropsicólogo Álvaro Bilbao, como consejo y estrategia porque se trata de esa primera jornada «de la gran aventura de un niño» y ese disfrute es una de las claves del aprendizaje. Ayer se oyeron frases  parecidas a las puertas de los centros educativos y hubo sonrisas, nervios, llantos, ilusión, incertidumbre e incluso esas primeras prisas para llegar a tiempo. A esta completa radiografía que vivió ayer Toledo por la mañana entre las nueve y las diez, el horario escalonado en buena parte de los centros para evitar aglomeraciones en este arranque de curso, hubo que sumar las mascarillas.

Las mascarillas también enseñaron su mejor catálogo, como ocurre con la mochilas nuevas el primer día de clase. También los más pequeños, los alumnos de Infantil que no están obligados a ponérselas, también se sumaron a la medida al acercarse al colegio. En las aulas no tienen que llevarlas, pero algunos colegios sí las solicitan para las entradas, salidas y trayectos por los pasillos.

La nueva normalidad, a pesar del aumento de rebrotes y contagios, incluye el inicio del curso escolar y todos los centros educativos de la provincia de Toledo, sin excepción, abrieron sus puertas para recibir a 143.363 alumnos. La jornada se vivió con normalidad, siguiendo rigurosamente los protocolos sanitarios y asumiendo las recomendaciones y normas para evitar contagios, y tampoco hubo «incidencias significativas». El delegado de Educación en Toledo, José Gutiérrez, estuvo muy pendiente del transcurso de la mañana y destacó «la ilusión» por un inicio de curso «diferente» que exige «la corresponsabilidad de cada uno de los agantes» del ámbito educativo para que las clases se materialicen como siempre pese a la larga batería de medidas higiénico-sanitarias.

Gutiérrez resaltó el esfuerzo de la Junta desde hace meses para la preparación de este nuevo curso, la colaboración constante con la Consejería de Sanidad y la labor de los equipos directivos de los centros junto a la administración para la puesta en marcha de los planes de contigencia y de propuestas, medidas y recomendaciones «para garantizar la seguridad sanitaria frente al Covid-19». Además, la administración comparte otro objetivo fundamental, «garantizar la calidad educativa».

Toledo crece en el ámbito educativo este año con más alumnos, más centros y con 10.432 profesores, 1.166 más que el curso pasado. La provincia también crece en comedores, becas, rutas escolares, formación del profesorado, equipos y dispositivos informáticos y en limpieza, un servicio que se ha potenciado para que la desinfección sea tan frecuente como se aconseja.

El 1 de septiembre se incorporaron 846 profesores más que el año pasado e irán llegando en las próximas semanas otros 320 más de refuerzo educativo que no esperarán a diciembre o a enero como en cursos anteriores.

mejoras El Gobierno regional ha invertido 3,1 millones de euros en obras RAM (rehabilitación, adaptación y mejora) en 182 centros educativos en la provincia. La mayor parte se han realizado en julio y agosto, pero en algunos de ellos aún no han concluido y  Educación ha decidido que los trabajos avancen durante los fines de semana para que las intervenciones no coincidan con la presencia de alumnos y profesores.

También se han llevado a cabo importantes obras de ampliación y de construcción de edificios en Bargas, concretamente en el colegio Santísimo Cristo de la Sala; en Nambroca y en Yuncos, principalmente. Si bien, Gutiérrez destaca de manera significativa la apertura del colegio en Cabañas de Yepes cuatro décadas después de echar el cierre por falta de alumnos. Lo curioso es que la madre de la directora fue alumna en su momento de sexto de EGB cuando cerró el colegio y tuvo que continuar sus estudios en Ocaña. Por otra parte, el instituto de Yeles inicia su actividad con 90 alumnos.