Más viento de lo previsto el primer día

A.D.M.
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La XXXVI edición del Campeonato de España de Globos Aerostáticos abrió mejor la mañana que la tarde, debido a más viento de lo que especificaban los pronósticos. Iván Ayala, subcampeón en 2018, ganó la mañana, aunque no habrá vencedor hasta el final

«El globo no es barato. Va ganando adeptos pero es una actividad cara y poco usual. No es como ponerse unas zapatillas y echar a correr. Necesitas el globo, que cuesta un dinero, y antes de cada viaje hay que llenarlo de gas. Hay que mantenerlo, pasar una ITV obligatoria (unos 300 euros), pagar un seguro (entre 900 y 1.000 euros para un modelo pequeño, y de ahí para arriba), y no te digo nada si hay que coser -las empresas facultadas para esta tarea están en Madrid y Barcelona- o cambiar alguna pieza del quemador». María Luisa Cabañero, presidenta del Club Deportivo Manchego de Aerostación, enumera los inconvenientes de su gran pasión, pero, a continuación, asegura que no hay nada comparable al hecho de volar. Recomienda la experiencia y asegura que cifras como los 160 euros de un viaje comercial desde Segovia o Madrid, «una vez calculados los gastos, son un regalo».

Son una veintena los pilotos que este fin de semana surcarán los cielos de Toledo para participar en el XXXVI Campeonato de España de Globos Aerostáticos, acontecimiento que por primera vez se celebra en Castilla-La Mancha. Ayer empezaron con las pruebas sobre las ocho de la mañana, contando con «algo más de viento del que contábamos en los pronósticos, lo que se ha notado sobre todo en los aterrizajes, algo más fuertes». Los participantes en el campeonato partieron de Nambroca y Almonacid, sobrevolando Toledo varios de ellos. Otros se quedaron a la altura de Cobisa, según la bonanza del viento. Iván Ayala, subcampeón de España en 2018, fue el ganador de la primera jornada, aunque, según Cabañero, «esto no indica nada todavía, ya que para ganar será necesario sumar las cinco jornadas en total».

Por la tarde, los participantes sobrevolaron la ciudad entre poco antes de las ocho y las nueve de la noche, coincidiendo con el ocaso. No hubo un punto de partida fijo -«dependiendo de dónde venga el viento decidimos la estación de despegue»-, sino que fue necesario improvisar. Lamentablemente, los pilotos aerostáticos no pudieron aprovechar la hoz del Tajo para sus despegues, ya que la mayor parte de los terrenos que circundan la ciudad más allá del río son fincas particulares de escarpado acceso o terrenos de la Academia de Infantería.

Más viento de lo previsto el primer día
Más viento de lo previsto el primer día - Foto: Dominguín
La presidenta del Club Deportivo Manchego de Aerostación agradece la celebración del XXXVI Campeonato de España de Globos Aerostáticos en tierras toledanas. No se conseguirá de la noche a la mañana tanta afición e implantación de esta actividad como sucede en Segovia, «donde hay cinco o seis empresas y vuelan casi todos los días», pero poco a poco se va dando. Bien a través de vuelos comerciales, bien a través de vuelos cautivos: «Se trata de subir y bajar a unos 35 metros de altura con el globo fijado a tres puntos diferentes. Hay empresas que los contratan para sus empleados, o ayuntamientos en fiestas, para los vecinos». Son pocos y apenas cubren los gastos. «Pero te permiten volar, y eso es lo que nos gusta».