Joaqui: «El Toledo es mi segunda casa»

J. M. Loeches
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El extremo pacense regresa al Salto del Caballo casi diez años después de su salida con el objetivo de cambiar la dinámica del Manchego; asegura que si marca, no lo celebrará

Joaqui tiene claro que lo más importante en el Salto del Caballo es «no encajar gol». - Foto: Rueda Villaverde

Casi diez años después de vestir por última vez la camiseta del CD Toledo, Joaqui Flores pisará de nuevo el césped del Salto del Caballo. El tópico de un partido especial se queda corto para definir lo que el extremeño sentirá este domingo. «Toledo es mi segunda casa y le tengo cariño a mucha gente porque fueron dos años maravillosos, a pesar de que descendimos», asegura el actual jugador del Manchego Ciudad Real.

Recuerda que cuando firmó por el conjunto azul, sus amigos le recordaron que «en tres jornadas tenía que ir al Salto del Caballo». Joaqui dice estar «encantado», aunque, eso sí, si llegase a marcar un gol, no lo va a celebrar: «Le tengo mucho respeto a esta afición; sé que soy uno de los futbolistas más queridos y nunca les he puesto ninguna pega, incluso el día del descenso empezaron a recriminar a los jugadores y a mí no me dijeron nada a pesar de que estaban en todo su derecho porque la liamos bastante».

Mejores recuerdos. Prefiere quedarse con mejores recuerdos, como «el temporadón que hicimos con Luis». Aquel CD Toledo 2008/09 acabó en Segunda División B después de unos ‘play off’ impecables contra el San Roque de Lepe que el  futbolista pacense recuerda perfectamente: «Empatamos a cero en la ida y luego les metimos un 3-0 en casa; no tuvieron nada que hacer». En su retina permanece también un Salto del Caballo «lleno hasta reventar» y la celebración posterior en la fuente de Colón: «Estaba plagada de gente».

En cuanto a la campaña posterior, la 2009/10, está convencido de que no se merecieron bajar de categoría porque «había un buen equipo», pero sigue sin comprender «cómo no sacamos ni un punto en los últimos siete partidos y eso nos llevó a la promoción de permanencia». Para el atacante es un lunar que siempre quedará ahí.

Pero a sus 35 años tiene otros objetivos en la cabeza, y ahora mismo es cambiar la mala dinámica del Manchego, club al que llegó para tener minutos al negárselos el nuevo técnico, Álex Izquierdo, en la Arandina. Fue clave su etapa anterior, en la temporada 2007/08, «en la que acabamos quintos y estuvimos a punto de hacer ‘play off’»; y también su amistad con Rafa García, con quien compartió vestuario en el CD Badajoz.

De cara al encuentro en el Salto del Caballo, tiene claro que lo más importante es «no encajar gol». A partir de ahí, está convencido de que el Manchego va a tener sus opciones a pesar de que «el Toledo en su campo es un rival muy difícil». Piensa, además, que es el momento idóneo para dar un giro de timón a los resultados porque «no es normal que el otro día nos hagan dos goles en dos ocasiones que tuvieron; estamos creando ocasiones y jugando bien».