La Consejería de Sanidad decretó  ayer el paso de Talavera al nivel 3 de restricciones sanitarias por el Covid-19, tal y como adelantó ayer este diario, por el repunte de los contagios registrado tras las fiestas de Navidad. Los datos de la primera semana del año no han hecho más que confirmar la mala tendencia con la que se había despedido 2020. Según la resolución de la Delegación Provincial de Sanidad, la incidencia acumulada a catorce días ha subido ya a 650,9 casos por cien mil habitantes, tras sumarse un total de 543 nuevos contagios desde el 28 de diciembre. 

El dato actualizado de la última semana del año eleva la cifra de casos a 274, muy similar a los 269 declarados la semana pasada, según la actualización que ofreció ayer la Consejería de Sanidad. Los datos confirman que se ha vuelto a un escenario de transmisión comunitaria que aconseja nuevas restricciones.

 El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, avanzaba la medida ayer por la mañana en las Cortes regionales, cuando confirmó que Talavera, Guadalajara y Cuenca entraban desde ayer en nivel 3 de restricciones debido a la incidencia de la covid-19. En esta misma situación se encuentran también Albacete, Ciudad  Real y Puertollano, que están igualmente en nivel 3. De esta forma, Toledo es la única gran ciudad de la región que permanece con medidas menos estrictas, en nivel 2.

El titular regional de Sanidad subrayó que en la actualidad se está viviendo «un momento difícil» con los datos sobre coronavirus «al alza» en toda Europa, no solo por la cepa británica, sino también por la repercuesión de las fechas navideñas en la pandemia.

En este sentido, defendía que Castilla-La Mancha está decidiendo aumentar las restricciones según marcan los datos epidemiológicos y ha augurado que aún queda «una semana dura» en la que se pondrán de manifiesto necesidades importantes y que requerirá de actuación sobre las personas que enferman y sobre todo en relación a la capacidad asistencial. En este punto, precisó que en la actualidad hay en torno a 700 personas ingresadas en los hospitales castellanomanchegos y un centenar en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y si bien estas cifras están lejos de la primera ola, Fernández Sanz ha pedido ser «precavidos» e insistir en el cumplimiento de las normas, así como estar «expectantes para que la situación no se desborde y seguir pudiendo atender como hasta ahora a los enfermos de Covid».