La polémica por el futuro del Hospitalito del Rey no se extingue, aunque desde la Junta quieren rebajar el tono. «El Gobierno no quiere confrontar con nadie», señaló esta mañana la portavoz del Ejecutivo autonómico, Blanca Fernández. «No voy a responder a ninguna cosa un poquito gruesa que se me ha podido decir estos días, no estamos para eso», apuntó.
Fernández reconoció que el Consistorio toledano está en su derecho de mantener su reivindicación para que esta instalación se convierta en una residencia de mayores o centro de día en el Casco. «El Ayuntamiento tiene autonomía para defender las posiciones políticas que entienda», señaló. Pero Fernández también destacó que el Gobierno regional tiene potestad para tomar las decisiones que crea más convenientes y en este caso tienen claro que este centro se tiene que dedicar a personas con enfermedades mentales. «Tomamos decisiones que creemos que son ponderadas», señaló.
Dice que lo pide la OMS. Fernández contó que para el Gobierno regional es una «prioridad» la atención a las personas con enfermedades mentales y añadió que precisamente la pandemia ha incidido negativamente en la situación de estas personas. Incluso apela a lo que dice la Organización Mundial de la Salud. «La OMS pide a los estados que refuercen estos sistemas de atención a la salud mental», expuso. Fernández añadió que también hay un mandato al respecto del Ministerio de Sanidad, que justifica la decisión de convertir el Hospitalito del Rey en un centro residencial especializado en estas patologías.