La Fundación Fisac muestra su disconformidad con la nueva imagen que muestra el pabellón cubierto del Polideportivo la Alhóndiga de Getafe, una obra realizada por el arquitecto daimieleño Miguel Fisac en colaboración con varios arquitectos jóvenes, la penúltima que llegó a firmar y que se inauguró en 2003. La pasada semana el pabellón fue uno de los puntos de celebración de la I Edición del CI Urban Fest y a resultas de ello, sus muros, concebidos originariamente en hormigón visto, se convirtieron en lienzo para un colorido mural elaborado por el colectivo Boa Mistura, muy alejado de las concepciones estéticas del arquitecto manchego.

Para el presidente de la Fundación Fisac, Diego Peris, esta aportación de color «es un cambio total de la imagen ideada por Fisac, un disparate», puesto que el concepto ideado por el arquitecto daimieleño los arcos de la fachada «conectaban con la estructura de la cubierta», una prolongación que ahora ha desaparecido bajo las sucesivas capas de color.

Peris avanzó que la Fundación «remitirá una carta al Ayuntamiento de Getafe», para mostrar su «total disconformidad» con este cambio sustancial en una obra que forma parte del legado de un arquitecto de renombre y que ha marcado la evolución de la arquitectura en la España de la segunda mitad del siglo XX.

En conversación con La Tribuna, Peris reconoció que no es la primera vez que algún propietario de un edificio construido por Fisac actúa sobre él sin tener en cuenta a la Fundación. «En general, las iglesias están bien conservadas y cuando se hacen restauraciones son respetuosas con el proyecto original y en algún caso nos consultan». Del mismo modo, las administraciones públicas también son conscientes de su importancia y valoran estas obras. La situación es más dispar en las construcciones realizadas para particulares y empresas, «algunos tienen mucho cariño a su edificio y otros hacen los que consideran».