Tercera fase de Laguna de Arcas debe sacar todo el amianto

J. Monroy
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La Junta va a invertir un total de 2,2 millones de euros en la limpieza de esta parcela de su propiedad, que se encuentra en pleno barrio, junto a un bloque de viviendas

Tercera fase de Laguna de Arcas debe sacar todo el amianto - Foto: David Pérez

La Junta de Comunidades lleva actuando desde diciembre de 2016 (a través de la empresa pública Tragsa) en la retirada de los residuos de amianto de la parcela que la Consejería de Fomento tiene en la calle Laguna de Arcas en el barrio del Polígono. Se trata de un terreno pegado a las viviendas, en el que los trabajos se están llevando a cabo siempre en el interior de una carpa con atmósfera cero, de forma que en ningún momento se han movido materiales con restos fuera del entorno controlado. Lo que en principio se preveía como una obra rápida, va ya por su tercera fase de intervención. A lo largo de más de tres años se han retirado ya 2.968,9 metros cúbicos de amianto, con lo que se han gestionado 3.889,46 toneladas de este material, todo ello, merced a una inversión total de  2.256.187,02 euros.

La actuación se inició en diciembre de 2016, tras una denuncia vecinal. Entonces se comenzaron a retirar residuos de construcción y demolición como tubos de fibrocemento tanto en superficie como semienterrados.

Los trabajos de Tragsa comenzaron con la delimitación de la zona con vertidos de amianto en la parcela. Para ello, comprobó el terreno con ayuda de una excavadora equipada con cazo de limpieza y un peón. En ningún caso la máquina ha removido vertidos de amianto. Después se desarrolló el movimiento de tierras limpias de amianto situadas por encima de la cota de vertido, con ayuda de una excavadora equipada con cazo de limpieza y un peón. Aquí de nuevo, insiste la Junta en que en ningún caso la máquina removió vertidos de amianto. La retirada de esta capa de tierra no contaminada se realizó de manera previa al montaje de la carpa ya que la retirada de este material no es necesario realizarlo en ambiente confinado. La tercera fue la cubrición con tierra se la zona de madrigueras a través de las cuales eran visibles los lodos de amianto, para evitar la existencia de amianto visible y posibilitar las tareas de instalación de la carpa de manera segura.

Tragsa comprobó que no existían vertidos de amianto a metros y medio con respecto a la topografía actual del resto de la parcela y comenzó a acondicionar el terreno con la ayuda de máquina excavadora, para preparar los accesos y las plataformas de montaje necesarios para la instalación de las sucesivas puestas de la carpa. A partir de aquí, insiste la Junta, nunca se han movido materiales con restos de amianto fuera de la carpa de confinamiento. Porque todos los materiales removidos o aportados (arena para rellenar los sacos que van fijando la lona de la carpa al terreno) están exentos de amianto.

Antes de comenzar a trabajar con los restos a lo largo de estas tres fases de intervención, Tragsa ha ido instalando y moviendo varias veces la carpa junto con equipos necesarios para conseguir atmósfera negativa en su interior. De esta manera se está garantizando que ninguna fibra de amianto que pueda liberarse durante los trabajos de retirada de los restos de amianto salga al exterior de la carpa. Junto con la carpa y los equipos de presión negativa se instalan por duplicado para solucionar una posible avería. Junto a ellos, se van montando los equipos necesarios para la descontaminación de los trabajadores y de los envases con restos de amianto.

En lo que respecta a la excavación de materiales con amianto, se ha estado realizando en el interior de la carpa, con una miniexcavadora humectando previamente el material para evitar en lo posible la emisión de fibras. Después, los materiales excavados se han envasado en sacas homologadas para amianto, siempre en el interior de la carpa. Los envases se limpian en la esclusa de materiales y salen al exterior de la carpa debidamente descontaminados. Estos sacos se han estado acopiando en el exterior, hasta su carga y transporte a un gestor autorizado, todo ello, también con un vehículo autorizado para este tipo de traslado.

Varias fases. La primera fase de la actuación comenzó en diciembre de 2018 y concluyó en abril de 2019. Contó con un presupuesto de 130.032,03 euros. Se retiraron  31 metros cúbicos de residuos de amianto, unas sesenta toneladas.

La segunda fase, con un presupuesto de 862.248,66, transcurrió entre abril y agosto de 2019. En ella se retiraron 1.124 metros cúbicos de residuos de amianto, unas  1.835,8 toneladas. Finalmente, en la última fase, con un presupuesto de 1.263.906,33 euros, ya se han retirado 1.813,90 metros cúbicos, unas  1.993,66 toneladas de amianto.