Descontaminada el 19 de marzo

M. G.
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El 90% de la parcela Laguna de Arcas está limpia de amianto gracias a las labores que Tragsa realiza desde hace un año. La empresa cree que la actuación se rematará en mes y medio, plazo en el que se tendrá que montar la carpa dos o tres veces

Descontaminada el 19 de marzo - Foto: Yolanda Lancha

La fecha se aproxima en el calendario, un día histórico después de mucha espera. Tragsa tiene previsto finalizar los trabajos de descontaminación de la parcela Laguna de Arcas, propiedad del Gobierno regional, el 19 de marzo si no ocurre ningún imprevisto y, de momento, está todo controlado y bien calculado.

La operación no ha estado exenta de complicaciones, pero Tragsa se ha ido adaptando a las necesidades y a las exigencias de los restos de amianto que se han ido encontrando en el perímetro de actuación que se estableció en su momento. «Hemos sacado ya más de 3.889 toneladas». La coordinadora de obras de la empresa, Mari Carmen Sánchez, asegura que todavía hay que sumar los residuos que asomen en el extremo de esta parcela que da con la calle Río Ventalomar en este mes y medio restante que queda.

Tragsa ha logrado limpiar ya «el 90%de la parcela», de 7.000 metros cuadrados, a lo largo de un año. Hasta la fecha, los operarios han montado y desmontado nueve veces la carpa que se instaló en su momento para garantizar la seguridad durante la retirada del material. Todo apunta que todavía hay que utilizarla en dos o tres zonas más antes de que finalicen los trabajos, pero se irá viendo a medida que se vaya avanzando «y se vaya encontrando».

El montaje también se ha ido complicando conforme se ha excavado el terreno, «ya que la diferencia de cotas ha variado y para conseguir la extracción hacen falta más depresores, pero se trabaja de la misma manera, siguiendo el protocolo». Aun así, Sánchez subraya que la carpa se extraía al principio con más facilidad y los operarios tardaban una semana en volver a levantarla de nuevo, pero lo habitual es que se monte en diez días. Mientras tanto, el amianto que está a la vista tras las excavaciones permanece bien tapado con un plástico para evitar escapes.

La seguridad está garantizada y es lo que más cuida Tragsa desde que inició la descontaminación de esta parcela ubicada muy cerca de las viviendas. La empresa sigue un estricto protocolo para extraer los restos de la zona donde se levanta la carpa y evitar que se puedan liberar fibras de amianto durante el procedimiento. Cada vez que se levanta esta infraestructura plástica se sella con casi un par de toneladas de bloques de hormigón y de sacos de arena para que quede bien colocada y los operarios puedan trabajar con máquinas en su interior con la ayuda de la presión negativa que garantizan los compresores y sigan un estricto proceso de descontaminación cada vez que se termina la jornada laboral.

La coordinadora de las obras de Tragsa recuerda que se han rebasado con creces las previsiones que se tenían en esta parcela. «Como no se puede tocar el amianto  ni hacer catas, vas trabajando sobre la marcha». El proyecto en sí corrobora la importante labor de retirada del fibrocemento en esta parcela, ya que se está abordando en tres fases y ha superado esos trabajos iniciales, que rondaban un presupuesto de 130.000 euros con el que empezaron  a trabajar las máquinas. Ahora, a poco más de mes y medio para concluir la actuación, se sabe que el coste superará los dos millones de euros.

También la cantidad de residuo  se ha multiplicado. Los 600 metros cúbicos iniciales que calcularon los técnicos hace un año se han quedado muy cortos porque se han retirado ya unos 3.000 metros cúbicos de amianto en esta zona.