«No se puede cambiar anualmente el contenido de los libros»

Jaime Galán
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El inicio escolar mañana lunes trae consigo la compra de libros de texto con un precio mínimo de 300 euros por alumno de Primaria. Los padres buscan alternativas como la compra de segunda mano ante la falta de un Plan de Gratuidad

«No se puede cambiar anualmente el contenido de los libros" - Foto: VÁ­ctor Ballesteros

Mes de septiembre, mes de nuevas etapas, nuevas aventuras, y sobre todo, de nuevos costes para los padres que tienen a sus hijos en etapa escolar. El inicio del curso educativo vuelve a poner sobre la mesa el mismo debate de todos los años, el elevado coste a pagar por los libros de texto que los jóvenes necesitarán a lo largo del año. Con un precio mínimo de 300 euros por alumno de Educación Primaria, y aun más elevado, para alumnos de Educación Secundaria o Bachiller, las librerías afrontan su mes de mayor ingreso económico en todo el año. Pese a esos buenos datos económicos, algunos libreros asumen que no se pueden renovar los libros anualmente porque «la educación debería ser universal y gratuita para todos» y con estos precios «no hacemos más que poner barreras».  Elvira Rivero, responsable de la librería ‘Hojablanca’ de Toledo, habla con La Tribuna sobre este debate en el que considera prioritario que los alumnos compartan los libros de texto durante varios años como medida ahorrativa. Mientras tanto, el Gobierno regional sigue con el dossier del Plan de Gratuidad a medio hacer.

Pese al elevado precio económico que supone la compra del paquete completo de libros de texto, los padres acuden a las librerías cuando no queda otro remedio. En algunos colegios de la ciudad los libros se intercambian de forma gratuita entre los alumnos, una medida realizada para ahorrar costes, que lamentablemente no está delimitada en todos los centros. Otra de las alternativas buscadas por los progenitores es la de comprar los libros a otros compañeros del colegio a un coste inferior por ser de segundo uso. Ambas medidas obtienen un resultado negativo si anualmente se cambian los contenidos de los propios libros académicos.  De tal forma que el ciclo vuelve al hilo inicial del debate, a la compra del producto en las diferentes librerías.

Pero, ¿por qué son tan caros los libros de texto? Elvira Rivero pone argumentos a esta pregunta en un momento en el que los precios han subido un cinco por ciento aproximadamente. «A diferencia del resto de libros, los de texto tienen un precio libre. Esto quiere decir que el distribuidor te pasa un precio inicial para ellos al que tienes que sumar el porcentaje de beneficio de la librería. Al ser libre, cualquier comercio puede poner el porcentaje que quiera». En el caso de ‘Hojablanca’, Elvira destacó que ellos prefieren añadir el porcentaje más pequeño posible «para que los clientes estén conformes y no gasten todo su presupuesto en unos libros que solo van usar sus hijos, y que estos así puedan seguir consumiendo otros libros a lo largo del año». 

A priori, lo que puede solucionar este mercado de alto coste es el Plan de Gratuidad que tiene en proyecto el Gobierno autonómico. Este plan, consensuado con los libreros de la región, consiste en dotar a los centros educativos de libros de texto para que sean ellos los que los distribuyan entre los alumnos en períodos de 3 ó 5 años, como ya existía anteriormente. Elvira Rivero ve lejana la posibilidad de que llegue este acuerdo porque en el pasado mes de marzo la asociación de libreros de Castilla-La Mancha se reunió con el anterior consejero de Educación, Ángel Felpeto, y su respuesta a este consenso fue que lo estudiarían porque aun están revirtiendo situaciones del anterior Ejecutivo de gobierno. 

Por lo tanto, ante la lejanía de este Plan de Gratuidad en los libros de texto Elvira Rivero considera que la intención del Gobierno regional es optar por una vía diferente a la que se está barajando en este hilo. Según la opinión de Rivero, el ente autonómico trabaja en la dirección de digitalizar el sistema educativo para que los alumnos sustituyan estos libros por dispositivos electrónicos como tabletas u ordenadores. Para la comercial de este sector sería un «error» porque «los libros de texto son mucho más versátiles a la hora de incorporar conocimientos».