Las alternativas al recorrido del AVE por Toledo presentadas por el Ministerio de Fomento lo hacen pasar junto al paseo del Madroño, a escasos 150 metros de algunas viviendas de Valparaíso, sobre un viaducto que lo sitúa justo a la altura de las ventadas. Ello puede provocar contaminación acústica, medioambiental y visual, así como vibraciones en las viviendas, denuncian algunos de los más de 5.000 residentes del entorno.

Son algunos de los argumentos de la alegación al proyecto que la Asociación de Vecinos Río Chico ha presentado al Ministerio, en la que solicita que se replantee el trazado de la vía de alta velocidad para minimizar el impacto ambiental sobre la zona urbana ya habitada. Su idea es que se desplace el trazado de la misma hacia el norte, desde el cruce de la vía con la TO-20 para que se aleje de la zona urbana y minimizar el impacto ambiental sobre la misma. La Asociación, concluye, no se opone al proyecto y entiende el beneficio económico y social que puede aportar el paso del AVE Madrid-Lisboa por la ciudad de Toledo, «pero no entendemos que dicho trazado tenga que proyectarse a escasos 150 metros de las viviendas ya existentes».

El escrito se presentó el pasado martes, el último día para las alegaciones, ante el Ministerio de Fomento. Además, los vecinos han solicitado un encuentro con la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, y con el vicealcalde y concejal de Urbanismo toledano, José Pablo Sabrido, para que les expliquen cuáles son las alternativas. No en vano, el Consistorio apuesta por sacar el AVE de las zonas urbanas y crear una estación en la zona de contacto del Polígono, y Río Chico desconoce si esta opción también afecta a Valparaíso.

La Asociación de Vecinos se muestra sorprendida ante el hecho de que el Ayuntamiento no le hubiera informado de que el AVE iba a pasar tan cerca del barrio, «cuando afecta a una población tan numerosa, que aquí vivimos 5.000 personas». Se tuvo que enterar por la prensa, porque sus socios no se meten en el BOE a diario.

Contaminaciones. El trazado de la vía en las opciones 2, 3 y 4 está proyectado a escasos 150 metros de las viviendas ya existentes y habitadas en dicha urbanización, denuncia Río Chico. De ahí que tema el consiguiente impacto visual y acústico sobre esta zona urbana. Porque el viaducto de la infraestructura estará a la misma cota que las ventanas de las viviendas de avenida del Tilo, con el consiguiente impacto visual, que también afectará a la Madroño y sus viviendas. Por otro lado, aprecian los vecinos en el estudio de impacto ambiental que gran parte de Valparaíso se ve afectada por una contaminación acústica superior a 45 db, y que a 200-300 metros del viaducto hay viviendas de avenida del Tilo y avenida del Madroño con una contaminación acústica superior a 50 db. En algunas, incluso, se superarán los 55. Todo ello, desconociendo si el problema no será mayor en las viviendas con ventanas a la altura del viaducto. Finalmente, recuerda Río Chico que no se justifica adecuadamente que no se producirán vibraciones en viviendas así como las afecciones a acuíferos de la zona.

Todo ello, argumentan los vecinos, les puede afectar en su calidad de vida. Eligieron una vida en el campo y por ello pagaron más por sus viviendas en un lugar privilegiado, «para que no nos pongan el AVE a cien metros».