La alcaldesa de Almonacid, una localidad a unos 20 kilómetros de Toledo por la autovía de los Viñedos, masca la impotencia desde el lunes. Por la tarde, Almudena González recibió el aviso de un vecino por el intento de ocupación de una vivienda. La Guardia Civil iba ya de camino, pero los ocupas habían sustituido la cerradura y mostraban la llave para seguir en el inmueble.

Así lo explica este diario la alcaldesa de Almonacid. Se trataba de la primera ocupación de una vivienda en este municipio de poco más de 900 empadronados, lejos de las comarcas de La Sagra y Torrijos, las más castigadas por este fenómeno ilegal.

Ahora, hay ya cuatro viviendas ocupadas en la zona de la calle Valcárcel, tal y como detalla la alcaldesa. La primera familia llegó de la provincia de Castellón y ocupó un chalet adosado de una promoción de hace unos 10 años. La otras tres casas ocupadas pertenecen al mismo conjunto.

«Desde el lunes, mi teléfono no ha parado ni el de las oficinas municipales», señala por «el pánico» de los vecinos. Los agentes de la Guardia Civil hicieron guardia la madrugada del lunes al martes para evitar más ocupaciones, pero a la noche siguiente, el Ayuntamiento contó otra casa ocupada. Ayer por la mañana había ya un total de cuatro con habitantes ilegales.

«No tengo medios para hacer frente a este problema. Tengo que velar por la seguridad de mis vecinos, pero no tengo medios. La ley no me ampara», afirma con impotencia la alcaldesa de Almonacid, quien lleva dos años en el cargo y ha encarado ya la Covid-19, el temporal ‘Filomena’ y ahora la ocupación de viviendas.

La alcaldesa habla ya de los primeros problemas con los propietarios de la casas de alrededor en una localidad sin policías municipales. «Son unas viviendas muy monas», afirma sobre la promoción, que había sido parcialmente vendida.

La localidad de Almonacid ha aumentado el número de empadronados en los dos últimos años. Así, ha pasado de los 837 habitantes a los 927 actuales, con vecinos llegados de la Comunidad de Madrid, teniendo en cuenta la cercanía con Toledo por la autovía de los Viñedos.

«Tenemos temor de que vengan más familias. Que haya un efecto llamada. Esto parece ser que no va a parar. No hay derecho», apostilla la alcaldesa de Almonacid, que estaba reunida ayer con un grupo de vecinos.