A la temporada no le terminan de salir granos. Y si la borrasca Filomena trajo más dificultades, el toque de queda decretado por el Gobierno de Castilla-La Mancha, a las 22:00 horas, trae de cabeza al Moraleda Recambios Agrícolas Cobisa FS, que tiene problemas para acabar antes de esa hora.

Por eso, el conjunto que dirige Quique Soto ya ha preguntado a otras localidades vecinas por la disponibilidad de sus pabellones, al tener que buscarse una solución inmediata. Su horario actual, convenido con el Ayuntamiento y otros clubes del municipio, les impide cumplir con la normativa. Además, la opción de adelantarlo, en concreto a las 19:30 horas, provoca que algunos jugadores, que vienen de lejos, no lleguen a tiempo. Además, como reconoce el técnico, «nos obliga a ser casi profesionales».

De este modo, ha habido conversaciones con los consistorios de Argés, Magán o Villasequilla. No es fácil una salida, entre otras cosas porque tener que marcharse a otra instalación, supone un coste adicional para el club amarillo, que se ha topado con otro inconveniente a pocos días de encarar un partido de relevancia contra el Cáceres Universidad FS, que ahora mismo es un rival directo.

El Cobisa FS quiere quitarse cuanto antes el mal sabor de boca que le dejó la derrota en Navalmoral, sobre todo porque, como opina Soto, «hicimos muchas cosas para no perder». El entrenador coloca el cartel de «final» al choque frente al Cáceres porque la misión es recuperar cuanto antes un sitio entre los cuatro primeros, para entrar en la fase de ascenso.

Hay que recordar que, aun así, la escuadra toledana cuenta con dos partidos menos. El día 10 de febrero, a las 20:15 horas, se disputará el que tiene pendiente con el Torrejón Sala, en el pabellón Jorge Garbajosa. Por lo demás, el día 24, los de Quique Soto recibirán en casa al Alcorcón FS.