"El cambio en el modelo productivo es irreversible"

Álvaro de la Paz
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Director del Instituto de Promoción Exterior (IPEX) de Castilla-La Mancha

"El cambio en el modelo productivo es irreversible" - Foto: VÁ­ctor Ballesteros

Los datos acumulados de ventas a terceros países evidencian una creciente vocación internacional. ¿Se ha instalado la exportación en el ADN de las empresas regionales?

Sí, definitivamente. La evolución de las exportaciones en los últimos años evidencia que hemos asistido a un cambio de modelo productivo, a un cambio del modelo exportador. Lo que antes era una actividad reactiva a la demanda, ahora es proactiva porque busca oportunidades en los mercados internacionales. Ha cambiado el tejido exportador de Castilla-La Mancha.

El tejido empresarial de la región lo forman, mayoritariamente, empresas pequeñas. ¿Lo tienen más difícil?

Pongamos encima de la mesa un dato: hemos cerrado el año 2018 con el récord en el volumen exportaciones, con 7.296 millones de euros. Es algo importante, un récord acumulativo y consecutivo durante los últimos cuatro años. Eso significa que hay, obviamente, unas empresas grandes tractoras que son las que protagonizan una parte de este crecimiento, pero que van acompañadas de toda una legión de empresas de reducido tamaño. A estas pymes les necesitamos acompañar de una manera más personalizada, desde el inicio. La senda de la internacionalización es un camino de crecimiento y de tiempo. Igual que hay empresas grandes que ya lo han recorrido ahora vamos a incorporar al tejido exportador a todo un conjunto micropymes. Como las cifras de exportación son buenas, su agregación nos va a hacer aumentar inmediatamente el tejido y la base de exportación de nuestra región, una base que está todavía por explotar.

¿Hacía dónde tienen que ir las exportaciones de Castilla-La Mancha en el futuro?

Hay una inercia muy buena. El crecimiento acumulado en el periodo comprendido entre 2014 y 2018 refleja un 35% de incremento. Es un dato absolutamente claro. Somos la segunda comunidad autónoma que más ha aumentado a lo largo de este tiempo su tejido de exportación. Que haya una inercia comercial importante nos va a permitir avanzar en la exportación. Si hacemos un poco de prospectiva lo que creemos que va a pasar es que este ritmo de crecimiento probablemente se desacelerará, pero más por la coyuntura internacional que por el dinamismo de nuestro propio tejido exportador en el que ya hay empresas con una estrategia muy clara, potente y decidida.

En el entorno económico internacional tenemos algún nubarrón, como puede ser el Brexit, y alguna incertidumbre, como puede ser la discusión entre Estados Unidos y China alrededor del proteccionismo. ¿Qué supone eso? Que desde el IPEX vamos a tener que ayudar de manera intensa y más personalizada a las empresas para que no sufran esta posible desaceleración del comercio internacional.

¿Qué imagen proyectan las empresas de Castilla-La Mancha que exportan? ¿Por qué se las reconoce?

Tenemos que señalar a los intangibles como creación de valor para la exportación. Y ahí las empresas de Castilla-La Mancha lo están haciendo muy bien. Cuando hablamos de intangibles lo hacemos de la marca, del servicio al cliente, de la calidad de los productos, de todo un conjunto de atributos que rodean la exportación y que hacen que los clientes internacionales aprecien nuestros productos no solamente por el precio, sino por este grupo de intangibles. Se aporta valor a la internacionalización por los atributos de calidad, diferenciación, servicio y marca.

Tenemos, además, muchas y muy importantes señas de identidad y de competitividad internacional. En el sector agroalimentario tenemos un posicionamiento muy bueno en una serie de productos como el vino, el aceite, los lácteos, los cárnicos y las frutas y las verduras. Ahí hay un elemento de reconocimiento competitivo internacional. También tenemos a los productos ecológicos como elemento de diferenciación.

Me gusta mucho resaltar el buen hacer del sector industrial. En Castilla-La Mancha tenemos un sector exportador basado en la industria muy importante. Estamos hablando de bienes de equipo, material eléctrico o sector metalmecánico. Todas estas empresas exportadoras que hacen semifacturas industriales y bienes de equipo tienen un elemento de proyección de su calidad y su competitividad basado en los datos. Todos esos atributos intangibles van acompañados por muy buenos datos cuantitativos. Ese crecimiento del 35% acumulado es algo definitivo.

¿Han determinado los precios bajos el despegue de nuestro comercio internacional?

Aportamos valor con un precio competitivo pero sumando todo este conjunto de atributos de calidad, servicio, rapidez en la entrega y diseño. Nos escapamos de vender sólo por el precio y empezamos a poner encima de la mesa muchos más argumentos alrededor de la creación de valor de atributos intangibles.

La internacionalización es un proceso empresarial que exige tiempo y constancia. Y que da resultados comerciales y de crecimiento. A estas pequeñas empresas que no tienen el suficiente tamaño para competir en el mercado internacional les ponemos, desde la Consejería y el IPEX, una batería de herramientas que están dentro del Plan Adelante, un programa que ofrece elementos para que las empresas crezcan, inviertan, comercialicen y se internacionalicen. Ese conjunto de ayudas hace que las empresas puedan ir ganando tamaño competitivo. Y ese incremento de su cifra de negocios les empuja a buscar mercados exteriores. Trabajamos con el tejido empresarial de manera integral y coordinada: cada empresa obtiene una respuesta en función de sus necesidades.

Las empresas de la región han centrado históricamente su actividad en el ámbito próximo. ¿Han desaparecido las barreras? ¿No teme que vuelvan a mirar dentro por la recuperación en España?

Es irreversible. Hay un cambio de modelo, hay un ADN nuevo orientado al mercado internacional. Las empresas que ya han crecido en estos mercados no miran al mercado nacional. Tienen una estrategia más amplia en cuanto a su visión y más ambiciosa respecto a sus ventas. Es fundamental consolidar este cambio de modelo. Obviamente, hay empresas a las que necesitamos afianzar y reforzar en su camino internacional. Para eso contamos con la batería de herramientas del Plan Adelante y el IPEX que ayudan a que las empresas con doble mirada nacional e internacionales pueden ir consolidando las oportunidades que ofrece el mercado internacional. Aunque haya problemas y retos, como el Brexit, esa mirada hacia el mercado internacional se ha consolidado.

Se consolida el camino exportador

En la región hay algunas empresas y sectores cuya actividad está enfocada íntegramente o en gran porcentaje a los mercados internacionales. En el ámbito de las nuevas tecnologías este tipo de empresas surgen de manera natural. Hay que señalar, además, la nueva oportunidad que suponen estas tecnologías como palanca de mejora de la competitividad internacional. Es otra línea de trabajo para ayudar a la empresas que se está desplegando dentro de la Consejería de Economía. Tiene que ver con la estrategia Soy Digital: si logramos que las empresas se digitalicen y realicen una transformación digital de sus procesas serán inmediatamente más competitivas e internacionales. La senda de internacionalización también está evolucionando y la transformación digital es una palanca para generar valor en los mercados exteriores.

Las nuevas tecnologías serán otra oportunidad y otro desafío al que nos enfrentaremos en los próximos ejercicios. Y estoy convencido de que la digitalización es la nueva oportunidad para el crecimiento internacional de nuestras empresas.

¿Está preparada Castilla-La Mancha para este proceso de digitalización tecnológica?

No tenemos muchas empresas TICs. Pero lo que pretendemos es incorporar las tecnologías a la digitalización de los procesos, por ejemplo en las empresas tradicionales del sector agroalimentario. Ahí tenemos una oportunidad que no es para un sector concreto, sino una línea de trabajo muy transversal. Cada vez que, como director del IPEX, hablo con una empresa siempre aludo a las industrias 4.0 y las herramientas habilitadoras digitales que provocan mejora de procesos, mejora del valor y, en consecuencia, más competitividad para el mercado internacional.

Castilla-La Mancha no tiene fronteras con terceros países ni salida al mar. Tampoco aeropuerto. ¿Está situación favorece el comercio internacional?

Si tenemos un sector donde ha habido una transformación y un crecimiento importantísimo ha sido el logístico. Hay dos grandes polos, uno muy consolidado en la zona del corredor del Henares y otro que está creciendo alrededor de Illescas. El grado de competitividad que ofrecen estas localizaciones para el sector lo refrendan las empresas multinacionales que se están estableciendo. Si una gran empresa multinacional elige Castilla-La Mancha como sede logística significa que hay muy buenas condiciones para mejorar los costes logísticos en nuestra región. Eso está sucediendo de manera vertiginosa. El hecho de que venga una grande es porque se le ofrecen condiciones de conexión, establecimiento y mano de obra suficientemente cualificada, además de algo básico que como la conectividad y la conexión, tanto física como de las nuevas tecnologías.

¿Se venden más productos que el vino, la gran bandera?

El sector agroalimentario supone alrededor del 34% de las exportaciones de Castilla-La Mancha. Pero la parte industrial suma un porcentaje muy alto; los bienes de equipo, el 22%, las semifacturas, el 23%. Eso no se ve: no hay glamour ni marca, no hay proyección desde el punto de vista de su presencia, pero cuantitativamente es una demostración de la capacidad de nuestras empresas de hacer buenos productos a precios competitivos.

El vino es fundamental, pero alrededor del vino estamos viendo mucha diversificación de exportaciones. Sectores tradicionales o de consumo, como el calzado, va creciendo. También el textil o las manufacturas de aluminio, sin una marca clara. O los plásticos, los componentes eléctricos y los muebles. Hay sectores muy importantes, como el del vino, pero cada vez más se van acompañando de otros grupos de producción.

¿Qué horizonte se atisba?

Las amenazas están en la incertidumbre comercial que afecta a la región, también a España. Si hablamos de fortalezas, nos referimos al cambio de modelo y también a aquellos atributos intangibles como el de la incorporación del talento a las actividades de exportación. Cada vez tenemos gente más cualificada para liderar las ventas del sector y ese es un activo que hay que seguir promocionando. La debilidad pasa por el insuficiente tamaño de algunos empresas, que necesitamos que crezcan más. Las oportunidades parten del optimismo: la base está consolidada, las cifras son muy importantes y todavía tenemos mucho por crecer.

El principal destino de nuestras exportaciones está en la Unión Europea. Los cinco primeros países compradores son Portugal, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido. Pero junto a esta gran demanda europea empiezan a aparecer países como Estados Unidos, China, Turquía o Marruecos, naciones no comunitarias. Ahí encontramos a una oportunidad para que nuestras empresas crezcan

La balanza comercial ha empeorado un 40% en la región. Las exportaciones suben, pero las importaciones lo hacen aún más.

Las importaciones muestran también un dinamismo muy claro, crecen a buen ritmo. La lectura positiva apunta a que la economía de Castilla-La Mancha se está integrando de manera muy acelerada en las cadenas de valor internacionales. Esto significa que todo lo que tiene que ver con los flujos comerciales de importación y exportación están ya interiorizados en la dinámica y las decisiones de nuestra vida económica. Estamos, además, convirtiéndonos en un polo logístico para el gran mercado de Madrid: eso supone que muchas compras van al consumo interior de España.

¿La falta de marcas y empresas reconocibles dificulta la exportación?

Hay un muy buen ejemplo con una empresa de prendas deportivas [se refiere a Joma, aunque no la cita expresamente], que es el tipo de compañía discreta, pero con una proyección internacional. Está ganando cuota de mercado a las grandes firmas estadounidenses con su política de patrocinio de equipos y de presencia en los Juegos Olímpicos. Es una empresa de Castilla-La Mancha, que es multinacional. Es un ejemplo.