Educación para la Igualdad calienta motores

C.S.Rubio
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Educación saca a consulta pública previa el decreto por el que se establecerá el currículo de esta asignatura, prevista en la Ley para un Sociedad Libre de la Violencia de Género y que debería de empezar a impartirse el próximo septiembre

El próximo septiembre esta asignatura se impartirá en todos los centros educativos de la comunidad.

La Consejería de Educación acaba de sacar a consulta pública previa el decreto que definirá cómo será la nueva asignatura de ‘Educación para la igualdad, la tolerancia y la diversidad’, que comenzará a cursarse en todos los colegios e institutos de la región a partir del próximo septiembre.

No hay que olvidar que la puesta en marcha de esta asignatura está prevista en la Ley para una Sociedad Libre de Violencia de Género, aprobada a en 2018, y que su objetivo básico es el de impartir contenidos relativos a la igualdad, la educación afectivo-sexual y la prevención de la violencia de género tanto en Primaria como en Secundaria.

Esta asignatura ya funciona desde hace tres cursos a modo de prueba en una treintena de centros de toda la región, con un éxito considerable tanto entre los docentes como entre los alumnos y las familias. Según el último informe elaborado por la Junta, en torno al 80 por ciento de las familias que han participado en este proyecto piloto considera que esta materia es «necesaria», «favorece el desarrollo del espíritu crítico» de sus hijos y «no le resta contenidos ni tiempo» de otras materias.

Con todo, esta será una asignatura bastante limitada, al menos de momento: una hora a la semana en 5º de Primaria y 3º de la ESO. Yesto a pesar de que más de la mitad de los docentes que han participado en este pilotaje apunta a que «la materia debería extenderse a otros niveles educativos», especialmente en  el ámbito de la Secundaria.

La reticencia de la Junta a ampliar los cursos en los que se impartirá esta asignatura  puede tener su origen en las críticas que ha generado esta materia entre los sectores católicos más ortodoxos, que han llegado a crear una plataforma regional bajo el lema ‘Libres para educar a nuestros hijos’, vinculada a Obispados como el de Toledo o el de Ciudad Real. A juicio de esta organización, esta asignatura «va en contra de la libertad de enseñanza y otros derechos constitucionales», al limitar, a su juicio, «el papel preponderante de la familia en la formación humana de los hijos, la transmisión de valores culturales, éticos y espirituales» y su derecho a recibir «educación religiosa y moral conforme a sus convicciones». Tanto es así, que llegan a acusar al Ejecutivo autonómico de querer adoctrinar «ideológicamente» a los menores y de «imponer un modelo antropológico y ético haciéndolo pasar por universal».

En otro orden de cosas, este decreto debería marcar también quién impartirá definidamente esta asignatura, cuya responsabilidad no ha estado clara durante este pilotaje, especialmente en Secundaria.

En estos cursos de prueba, los departamentos de Lengua y Literatura han cargado con el peso de impartir esta materia en 3º de la ESO en la mayor parte de los casos, dado que en casi todos ellos se incorporó dentro del horario lectivo su asignatura. No obstante, esta no es la solución óptima ni  para los centros ni para los docentes, que ya han trasladado a la Junta la necesidad de que Educación para la Igualdad sea asumida o bien por profesorado técnico vinculado al Instituto de la Mujer, «con una sensibilidad especial para estos temas», o bien por docentes de Humanidades y Filosofía, con un perfil más adecuado para la misma. De momento, la Junta no ha decidido cómo solventará esta situación, según se puede constatar en el ya citado informe sobre el desarrollo del pilotaje de esta asignatura, al que ha tenido acceso La Tribuna.

En el caso de 5º de Primaria, este ámbito está bastante más claro, coincidiendo tanto docentes como Administración en que esta materia le correspondería al tutor o tutora del grupo, con el apoyo del equipo de orientación del centro.