Todos los separatismos operan de la misma manera.
En primer lugar, irrumpe el colectivismo en el sentido de que las personas individuales quedan incrustadas en bloques homogéneos, graníticos, artificiales. Quien se revela contra el bloque es tachado de enfermo de antiodio o de vil traidor. Su característica es el reduccionismo, o sea, que los seres humanos somos y solo podemos ser lo que dictan nuestros rasgos identitarios más obvios: negro, mujer, emigrante, gay, etc.
Frente al colectivismo, el liberalismo clásico (y el humanismo) se fija en el individuo (la persona) y no se detiene en su raza, sexo, ideología o religión porque lo que importa es la condición humana y la capacidad para compartir y comprender otras ideas o experiencias, esto es, compartir y comprender el deseo de libertad y la primera libertad es defenderse frente a la coacción del bloque.
En segundo lugar, el separatismo se nutre de la tendencia del ser humano de sentirse agraviado e imputar la responsabilidad a otros.
En tercer lugar, el separatismo se empeña en crear comunidades identitarias diferenciadas dentro de la comunidad cívica de origen. Por ejemplo, la población de Cataluña está rota en dos mitades.
En cuarto lugar, el elemento de la 'cancelación', esto es, la censura, el acoso, la violencia, la supresión, el insulto (fascista, machista, racista), el acoso laboral, el ostracismo institucional, las pintadas incluso en las puertas de las viviendas, las amenazas físicas.
En quinto lugar, y como consecuencia de todo lo anterior, el separatismo genera la polarización, esto es, el conflicto civil.
Este proceso del separatismo esta descrito de manera pormenorizada en el libro de Cayetana Álvarez de Toledo 'Políticamente indeseable', libro excepcional cuya lectura permite explicarse muchos de los problemas que tiene España, por lo que te lo recomiendo, amable lector, vivamente. No te dejes influir porque su personalidad te caiga mejor o peor, lo importante es lo que ha escrito.
A ver qué te parecen estas ideas contenidas en ese libro:
-El orden constitucional español está en riesgo.
-La mediocridad y el sectarismo han erosionando las instituciones.
-La política siempre ha intimado con la mentira, pero hoy se hace contra la verdad para deshacerla.
- En España faltan muchas cosas, pero ninguna tanto como la transparencia.
-El individuo (la persona) siempre contará más en el género humano que el colectivo.
-Esta es la batalla ideológica de nuestro tiempo: libertad o colectivismo, igualdad o identidad, razón o reacción.
-La identidad es la gasolina del separatismo, y el separatismo es la identidad de nuestro tiempo.
-El fuego de la identidad se ha propagado por Occidente incapaz de reivindicar su mayor conquista moral: el ciudadano (la persona para los humanistas).
-El problema de Cataluña se llama xenofobia. Lo que supone situar la responsabilidad donde corresponde.
-Las emociones se consideran como patrimonio exclusivo del nacionalismo, pero nadie se pregunta por las emociones de los constitucionalistas.
-La cura del separatismo está en el sometimiento de la emoción a la razón.
-La política de firmeza democrática nace, sobre todo, de la confianza en España.
-El nacionalismo no es un movimiento reactivo sino una reacción en movimiento.
-El socialismo, especialmente el catalán, ha sido la más sólida retaguardia del nacionalismo, su más enérgico portavoz y su más eficaz blanqueador.
Yo comparto todas las ideas anteriores, expresadas en el libro de referencia. Mira tú, amable lector, si estás también de acuerdo.