Qatar, un camino de piedras

Diego Izco
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A mitad de recorrido y a 440 días para que empiece el Mundial, España apunta hacia la áspera repesca

La selección de Luis Enrique no puede permitirse más tropiezos en la fase clasificatoria. - Foto: Juanjo Martí­n

Con permiso de los gigantes sudamericanos, Europa presenta el cupo de selecciones más poderosas del planeta. Y, sin embargo, apenas le corresponden un 40 por ciento de las plazas mundialistas, 13 de 32, lo que convierte la fase de clasificación del Viejo Continente en la más dura de todas: un solo tropiezo te envía contra las cuerdas, un segundo te condena a la repesca o algo peor. Y en esas anda España, que recuperó sensaciones ante Georgia pero sigue todavía abierta la herida del 2-1 en Suecia. La derrota fue el segundo ‘golpe’ tras el empate (1-1) de la primera jornada ante Grecia y esos cuatro puntos que volaron han abierto la puerta del miedo y de la repesca. 
España no falla a una gran cita desde Argentina’78. Son 11 Mundiales consecutivos, 10 alcanzados de forma directa y solo uno desde la repesca: el de EEUU’94, un billete extraído tras un duelo agónico ante Dinamarca. Los mayores de 45 años han visto fallar a campeones como Italia (no estuvo en Rusia’18), Inglaterra y Francia (no estuvieron precisamente en la cita de 1994), a Holanda en varias ocasiones, a Nigeria y Camerún al mismo tiempo (Alemania’06), a Chile en 2018, a Colombia en 2010... pero nunca a España. Y es un miedo lógico viendo lo que le queda al Grupo B. 

 

Mitad de camino

Se han disputado cinco de las 10 jornadas previstas, un camino lleno de piedras para la campeona de 2010. España (10 puntos)descansa en dos de ellas y Suecia (nueve) juega las cinco. Mañana mismo la Roja jugará con las piernas en Kosovo pero los ojos en Atenas, donde el Grecia-Suecia adquiere una trascendencia descomunal: la escuadra nacional necesita ganarlo todo y que la escandinava pinche antes de la última jornada, el decisivo (o no, si los escandinavos lo han ganado todo) España-Suecia. En el peor de los casos, la Roja pasaría a disputar una peligrosa repesca, una ronda a la que quedarían ‘condenados’ todos los segundos de grupo y los dos mejores equipos (no clasificados) en el ‘ranking’ de la Liga de las Naciones:sorteo, tres grupos de cuatro, formato de semifinales-final a partido único. Un riesgo brutal para el que, pinchazo y medio después, tal vez haya que hacerse a la idea.

 

Agonía

Las historias de las repescas han ofrecido imágenes icónicas como las lágrimas de leyenda como las de Buffon ante Suecia (rumbo a Rusia’18) o la indigna mano de Henry (rumbo a Sudáfrica’10) para marcar el gol que clasificó a Francia y tumbó a Irlanda.

Pero jugar una repesca no siempre es un mal augurio: Alemania llegó a la final del Mundial de 2002 habiendo salido de una repesca, Uruguay alcanzó las semifinales en 2010 tras disputar un durísimo ‘repechaje’ ante Costa Rica, Croacia también fue semifinalista en 1998, Bélgica alcanzó las misma ronda en 1986, e incluso ‘intocables’ como Argentina pasaron por el aro de la agonía para asegurar su presencia en EEUU’94. 

 

Los cupos

Tomando las 32 mejores selecciones del mundo según el ‘ranking’ FIFA actual, 18 de ellas son europeas, lo que supone un -5 en la adjudicación de plazas mundialistas yseis son equipos sudamericanos (un -1,5). UEFA y Conmebol son las perjudicadas en un reparto en positivo para África (cinco plazas, cuatro equipos entre los 32 primeros), Asia (3,5 y dos), Centro-Norteamérica (3,5 y dos), Oceanía (0,5 plazas y Australia es la 35ª del mundo).