"Hay un discurso político correcto y una práctica hipócrita"

C. M.
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Braulio Freyre, coordinador de SODePAZ en Castilla-La Mancha: "Hay un discurso políticamente correcto y una práctica hipócrita".

"Hay un discurso político correcto y una práctica hipócrita" - Foto: Yolanda Lancha

Consciente de que la lucha por un mundo más justo y solidario «no está en la agenda de los gobernantes», Braulio Freyre no arroja la toalla e insiste en la importancia de trabajar «en el fomento de espacios de reflexión que permitan construir de manera noble y sencilla un nuevo relato de las relaciones humanas».  

El presidente de la Coordinadora ONGD de la región y coordinador de la organización SODePAZ evidencia, en este sentido, que puesto que el mundo «ya es intercultural, ahora se trata de tomar conciencia de ello, asumirlo y vivir consecuentemente desde esa perspectiva». En ello lleva años empeñado este experto internacional en Soberanía Alimentaria y Agroecología Emergente. 

¿Cuál es el balance de lo logrado en esta legislatura? ¿Se han dado pasos importantes o la cooperación sigue siendo la asignatura pendiente?

La cooperación al desarrollo sigue siendo una asignatura pendiente en Castilla-La Mancha a pesar de los objetivos alcanzados en esta administración. Todavía es muy reciente el impacto devastador de las decisiones del período de 2011 al 2015 que cancelaron totalmente las inversiones en el sector y contribuyeron a la desaparición de algunas organizaciones locales y la retirada de otras ONGD que trabajaban en el territorio.

Por ese motivo resulta muy fácil hacer un balance sobre la puesta en marcha de la actividad en el sector de la cooperación al desarrollo y poner en valor los pasos que se han dado, pero seguimos estando muy lejos de la atención que requiere realmente la cooperación en esta región.

Nuestras relaciones de trabajo con la concejalía de Cooperación del Ayuntamiento en la actual legislatura, son una muestra del modelo participativo que hemos reclamado para mejorar la eficacia de la gestión de los recursos que tenemos a disposición de las entidades que trabajan en la cooperación. No se trata solamente de exigir aumentos en el presupuesto, que también es una prioridad para lograr una cooperación de calidad. Se trata, además, de mejorar los instrumentos de gestión y políticas públicas coherentes de cooperación.

De cara a la opinión pública, ¿siente que la población comprende la importancia de este tipo de organizaciones?

Las organizaciones no gubernamentales de cooperación al desarrollo (ONGD), deben su nombre y su razón de ser al interés que ha mostrado la ciudadanía por participar como contribuyentes en la ayuda oficial al desarrollo, es el proceso que dio origen a la creación del sistema de Ayuda Oficial al Desarrollo creado por la ONU.

De esta manera la cooperación descentralizada se convierte en un valor añadido dentro del sistema internacional de ayudas y solidaridad internacional, por la forma en que permite la intervención de la ciudadanía en la modalidad de ayudas indirectas que promueve la asamblea general de las naciones unidas. Hay sensibilidad en una gran parte de la población que comprende la importancia de este tipo de organizaciones, participan como voluntariado, realizan aportes económicos y entienden la cooperación internacional como un ejercicio de solidaridad que contribuye a atender los problemas de pobreza y de exclusión social entre otros, en los lugares donde se originan y en el propio espacio local de nuestras ciudades.

En SODePAZ, por ejemplo, hemos realizado sensibilización en diferentes centros educativos, con la implantación de un proyecto que aborda el dialogo intercultural y la participación social dentro y fuera de las aulas. Cursos de verano en la Universidad para hablar de migraciones y refugios en clave de derechos humanos; las fuentes renovables de energía y la creación de tecnologías novedosas para el desarrollo local y humano, y organizamos viajes de turismo responsable donde participan personas que quieren conocer la realidad de los países donde colaboramos.

Ha destacado en los últimos años la implicación del Ayuntamiento en este ámbito. ¿Cómo lo valora?

De la mano del equipo de concejales de Ganemos Toledo, el grupo local de ONGD ha conseguido una interlocución satisfactoria con todos los grupos políticos que están presentes en el Consejo de Cooperación, apostando a los intereses que tenemos en común y facilitando iniciativas que tienen incidencia a nivel local y en la cooperación internacional. Se ha demostrado en la práctica el compromiso de alcanzar el 0,5% del presupuesto para realizar subvenciones a los proyectos de cooperación, ayudas humanitarias y de educación para el desarrollo. Hemos contado con fondos para mejorar la formación profesional del personal técnico de las ONGD y las actividades para la articulación del tejido asociativo entre las ONGD y otras organizaciones de acción social que trabajamos de manera conjunta en el municipio.

¿Cree que ante la marcha del concejal responsable de este área van a cambiar las cosas?

La marcha del concejal de Cooperación significará sin lugar a dudas un cambio, como mínimo en el estilo de las relaciones institucionales que se han construido durante estos cuatro años entre el Consistorio y nuestro colectivo. El camino andado no garantiza la permanencia de esta forma de colaborar, en todo caso lo que demuestra el trabajo realizado es que, sí se puede y se debe trabajar hablando con las organizaciones y no por las organizaciones, haciendo junto a la ciudadanía y no en nombre de la ciudadanía. Esta forma de colaborar no es un descubrimiento, es una posibilidad que está al alcance de quienes apuestan por el compromiso social de hecho y no de palabras. La apuesta de un partido político es un primer paso para conectar con los intereses de la sociedad y de sus electores, pero más allá de cada propuesta y de cada partido están las personas que asumen los cargos. La manera que tienen de entender su responsabilidad y compromisos es lo que hace la diferencia.

No cabe duda de que, tal y como vienen reclamando, no estaría de más mejorar la situación presupuestaria dotando de recursos a la cooperación. ¿Es así?

La cooperación al desarrollo en el siglo XXI adquiere una mayor relevancia por la forma en que contribuimos a mejorar la convivencia dentro y fuera del territorio, frente al auge de la xenofobia, los extremismos que están plagando de violencia los espacios de la sociedad y por la manera en que se ha desdibujado las fronteras entre el norte y el sur.

Los sectores vulnerables de la sociedad aparecen en los países empobrecidos y también en el territorio de las grandes potencias económicas, es tiempo de dejar atrás definitivamente el criterio de los pobres de aquí y los pobres de fuera porque las organizaciones que integran el sector de la cooperación acumulan una larga experiencia en múltiples disciplinas que atienden con alto nivel de especialización a una gran cantidad de personas dentro y fuera del país. Por ese motivo se requiere de más recursos para atender, de manera sistemática, las acciones que se hacen necesaria para revertir los daños que padece la población más necesitada.

Ha afirmando en diversas ocasiones que uno de los problemas que deben afrontar es la inestabilidad laboral de los trabajadores implicados en esta labor. ¿Ha cambiado esta situación? ¿Qué debería hacerse para que la situación pudiera revertirse?

Actualmente la coordinadora de ONGD en la región carece de recursos para mantener la remuneración del personal que trabaja en la secretaría técnica. La Administración ha suprimido los convenios que se venían realizando para garantizar la estabilidad laboral de las personas que pueden facilitar la eficacia del funcionamiento del sector, y esto es una forma de desmantelar una estructura que garantiza el mejor provecho de los aportes que se realizan desde la cooperación internacional y las acciones locales de educación para el desarrollo. Es necesario recuperar el convenio de la organización con la administración para asegurar el futuro del sector en la región. 

¿Esta la lucha por un mundo más justo, solidario y medioambiental entre las prioridades de los gobernantes?. En ocasiones parece que este aspecto sólo se tiene en cuenta en época electoral porque, sobre todo en partidos de izquierda, luce mucho en los programas

La lucha por un mundo más justo y solidario no está en la agenda de los gobernantes, mientras se tomen acuerdos en la asamblea general de las Naciones Unidas que no comprometen a las grandes potencias que generan contaminación ambiental y políticas de mercado que generan exclusión social, mientras se incumpla deliberadamente los acuerdos referidos a la atención y acogida a personas emigrantes y refugiados que son víctimas de los conflictos que son ajenos a su voluntad. Mientras se resistan a aumentar presupuestos de cooperación, se hace un llamado a la cultura de paz y se destinan 300 mil millones de euros a gastos de armamentos. Hay un discurso políticamente correcto y una práctica hipócrita que hacen más graves las dificultades para la ciudadanía.

Se realizó un plan estratégico para abordar la refundación de la cooperación al desarrollo en la región. ¿Cómo está yendo?

Para lograr una refundación cierta del sector de la cooperación en Castilla-La Mancha es preciso comprometerse con el modelo de gestión, sin voluntad política no se puede avanzar ciertamente, las organizaciones hemos realizado nuestras propuestas, pero siguen faltando cambios significativos en las políticas que son competencia de la administración.

 ¿Ha cambiado el movimiento asociativo? ¿Sienten que la sociedad está siendo más receptiva a este tipo de acciones?

El movimiento asociativo ha sufrido más daños que las organizaciones en esta etapa de crisis, la tendencia a resolver de manera individual las prioridades personales y de buscar alternativa centradas en las soluciones propias ha desconectado el activismo social. Hay muchas organizaciones y personas que quieren, pero no pueden mantener el ritmo de la movilización social.

Una de sus apuestas se centra en la importancia de educarse para la convivencia en las relaciones interculturales, ¿lo están logrando? 

La sociedad no ha perdido la empatía y la capacidad de ser receptiva ante la solidaridad y la cooperación, pero la inseguridad que ha generado la crisis de los últimos años ha conseguido limitar la participación de muchas personas por diversas razones. También está el hecho de que en los últimos tiempos vivimos una crisis en el poder político, que ha utilizado como recurso la movilización de las emociones, más allá de las razones que pueden implicar a la ciudadanía de manera sistemática en alguna de las causas de interés social.

En estos momentos están trabajando en la organización del II Foro Toledo Cultura de Paz. ¿Cómo lo están haciendo y cuáles son las expectativas?

Percibo que en muchos espacios de nuestra vida cotidiana reconocemos el efecto de la globalización que va cambiando muchos paradigmas en las personas y en colectivos sociales, pero pocas veces se toma en cuenta las mediaciones culturales que subyacen en todas nuestras relaciones humanas, políticas, comerciales y de otro tipo.

Por eso insistimos en la importancia de trabajar en el fomento de espacios de reflexión que permitan construir de manera noble y sencilla un nuevo relato de las relaciones humanas. Ese es el propósito del programa para el diálogo intercultural y de la participación social IYÁ MI ILÉ que venimos realizando desde 2015. El mundo ya es intercultural, ahora se trata de tomar conciencia de ello, asumirlo y vivir consecuentemente desde esa perspectiva. Como todos los procesos culturales se trata de un largo trabajo y no es fácil de medir el impacto de un proceso tan amplio en un corto plazo, pero si somos conscientes de que el mensaje llega a muchas personas, estamos articulando experiencias de distintas partes del mundo y facilitando relaciones en redes que pueden minimizar el efecto de la violencia en la convivencia.

¿Es posible situar este encuentro como referente nacional e, incluso, internacional?

En la segunda edición del Foro, estamos analizando los aportes más significativos de la primera experiencia y trabajando en la organización de las propuestas de las asociaciones y ONGD que participan con un nuevo enfoque metodológico. Contextualizamos la relación que tiene el Foro con otras experiencias en ciudades capitales donde se intenta fomentar el compromiso de la gobernanza para movilizar a los principales actores sociales como agentes de cambio para construir desde lo local. Esto es lo que denominamos localización de la Agenda 2030, tomando como hilo conductor de la transformación social, la propuesta de los ODS aplicado al territorio municipal y al mismo tiempo propiciar una relación global en el intercambio de experiencias e iniciativas que se puedan desarrollar con otros municipios y ciudades del mundo, desde la cooperación descentralizada.

¿Es posible situar este encuentro como referente nacional e, incluso, internacional? 

El Foro es un referente Nacional e internacional porque forma parte de un proceso que ya es de esa naturaleza. El primer Foro que realizamos en Toledo respondió a la convocatoria del encuentro realizado en Madrid, organizado por la Unión de Ciudades Capitales, el PNUD, la Federación española de municipios y provincias y el ayuntamiento de Madrid. Hay expectativas por parte de otras ciudades sobre la participación futura del ayuntamiento de Toledo en este proceso. Esperamos que el cambio en la concejalía de Cooperación después de las elecciones continúe el compromiso de seguir impulsando esta experiencia. 

Sobre los logros conseguidos, ¿cuáles son los más destacables? 

Considero que los logros más destacables en esta etapa son, el funcionamiento del Consejo Municipal de Cooperación y el modelo participativo con el que se ha trabajado el incremento de las partidas de presupuesto y la campaña de ‘Solidaridad 365+1’. La coordinadora de ONGD fomenta la articulación en redes de los grupos locales de ONGD con otras organizaciones en cada provincia, pero en Toledo además hablamos de una experiencia bien atendida y dotada de recursos para su funcionamiento.

¿Cómo va el deseo de lograr que Castilla-La Mancha vuelva a estar en la senda del compromiso global por el desarrollo sostenible, la lucha contra la pobreza y la desigualdad?

El deseo de que Castilla-La Mancha vuelva a estar en la senda del compromiso global por el desarrollo sostenible, la lucha contra la pobreza y la desigualdad pienso que es una utopía, sirve para andar. Pero el compromiso cierto está muy lejos, para ello es necesario sacar la cooperación de la guerra entre partidos políticos por el poder, dejar de instrumentalizar discursos y cargos que siguen distantes de la necesaria construcción del cambio desde lo local. Es necesario reconocer y legitimar la Agenda 2030 a todos los niveles y convertirla en la hoja de ruta del trabajo con independencia del partido político que gobierne.

Trabajan en países de América Latina desarrollando programas de ayuda y estrategias de colaboración, pero son intervenciones que no se conocen lo suficiente. ¿Cree que se están comunicando bien?

Los programas y proyectos que realizamos en países de América Latina no tienen suficiente difusión en la población, las ONGD no disponen de los recursos suficientes para desarrollar una buena labor de sensibilización y no se comunica bien todo lo que se hace. Durante estos años muchas de las ocasiones que se publica algo del sector de cooperación en los medios de difusión está relacionado con nuestras reivindicaciones y aclaraciones sobre lo que publica la administración, pero poco se cuenta del impacto que tiene en la comunidad internacional, el trabajo que desarrollamos y la apuesta de la población de Castilla-La Mancha.