Lista para Tokio

J. M. Loeches
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Irene Sánchez-Escribano tiene un mes por delante para preparar la cita olímpica, en la que tiene como objetivo estar en la final, probablemente con la condición sine qua non de rebajar su marca personal de 9:27.53

Lista para Tokio

A Irene Sánchez-Escribano, su sexto título de campeona de España de 3.000 obstáculos no le sabe como los demás. Es año olímpico, tiene garantizada la plaza y haberlo ganado con más dificultades de las esperadas ha multiplicado su confianza de cara a Tokio.

Como reconoce la toledana, «me encontré muy bien, y eso me da mucha moral para llegar en las mejores condiciones». Y es que, el gran estado de forma de Carolina Robles brindó una carrera exigente para la alteta del Adidas. Sin embargo, respondió como siempre. Sobresaliendo.

«Sabía que (Carolina) iba a salir tirando fuerte, pero no tanto, me sorprendió», asegura. El físico le respondió a la capitalina, que pensó en cumplir la estrategia pactada con su entrenador: «Aguantar hasta el último kilómetro y luego tirar».

Y así fue, al salir de la última ría con una pequeña ventaja, Sánchez-Escribano aceleró el ritmo y realizó los 600 metros que faltaban en solitario, y sin temer nunca por un oro que volvió a lucir de su cuello por quinto año consecutivo.

Pero que nadie piense que se ha cansado de ganar. Quiere más. Y, como confiesa, «cada título tiene sus circunstancias y se vive de una manera». Recuerda que el primero, en 2015, le hizo «mucha ilusión». También el segundo, «justo cuando fui a mi primer Mundial». Lógicamente, el de 2020 también tuvo sus matices tras meses duros de confinamiento por la pandemia. Y el de este 2021, «por haberlo conseguido frente a una rival más fuerte que en veces anteriores». No en vano, añade que se siente muy orgullosa de «haber dado espectáculo».

En cualquier caso, Irene Sánchez-Escribano no niega que las sensaciones fueran magníficas, lo que le anima para los días que restan todavía hasta el señalado 1 de agosto. Por eso, la toledana incide en que «queda todavía por entrenar», porque necesita ganar en punta de velocidad. Además, confía en desterrar de manera definitiva unas molestias en el abductor que le han dado algo de guerra en las últimas semanas.

Una vez en Tokio, el objetivo lo tiene bastante definido: estar en la final. Desde su punto de vista, es algo complicado porque «el nivel ha subido mucho», pero se está preparando para conseguirlo. De forma paralela, tampoco deja de pensar en arañar segundos a su marca personal de 9:27.53. Probablemente, sea condición sine qua non para estar entre las mejores del mundo. «Quiero quitarme la espinita del Mundial de 2019 en Doha, al que llegué muy cansada», concluye.