El Banco Sabadell anunció ayer que ha iniciado un proceso competitivo de venta de Solvia Desarrollos Inmobiliarios, la promotora de la entidad y que incluye un conjunto de suelos y promociones urbanísticas gestionados también por la compañía y propiedad de la entidad financiera.

Solvia, que está siendo asesorada por Rothschild, es la última división ligada al ladrillo en balance que le queda a la entidad catalana y en la que engloba suelo finalista tasado en unos 1.300 millones de euros. 

Según la entidad presidida por Josep Oliú,, esta división reúne todos los activos inmobiliarios y su gestión de venta y de la que el banco se ha quedado con solo el 20% del capital, tras vender el otro 80% al fondo nórdico Intrum, dueño en España de Lindorff y Aktua.

El grupo financiero señaló que «la buena situación del mercado inmobiliario y la fuerte demanda de inversión para la consolidación del sector de la promoción nacional le permite poner en valor la actividad de promoción con esta operación». El Sabadell pretende que la operación se firme durante el primer semestre de 2019.