Vertido de gasoil en las aguas subterráneas del Casco

F. Rodríguez
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Técnicos de medio ambiente del Ayuntamiento han tomado muestras de un pozo contaminado en la zona de la Catedral y se controlará, como todos los años, que el agua de los botijos sea apta para el consumo

Vertido de gasoil en las aguas subterráneas del Casco - Foto: Ángeles Visdómine

Agentes de la Patrulla Verde de la Policía Local de Toledo, en colaboración con los Servicios Municipales de Medio Ambiente, están investigando un vertido de gasoil en los torrentes subterráneos de agua cercanos a la Catedral. La llamada del propietario de un inmueble de la zona, situado concretamente en la Cuesta Ciudad, alertó el pasado martes de la existencia de un líquido denso, de color marrón y con un fuerte olor, que había comenzado a llenar uno de los tres pozos que existen en ese local, sede de la empresa de rutas nocturnas ‘Entorno Toledo’.

Julián Baños, el propietario, comprobó que el vertido solo se había filtrado a uno de sus pozos, de origen árabe, mientras que los otros dos con los que cuenta (árabe y romano) mantenían sus aguas cristalinas, tal y como acostumbran. No lo dudó, y rápidamente se puso en contacto con la Policía Local.

Los agentes pudieron comprobar como, efectivamente, el líquido marrón se filtraba a uno de los pozos, y procedieron a tomar muestras del agua y a llamar a un técnico de los Servicios Municipales de Medio Ambiente.

Vertido de gasoil en las aguas subterráneas del CascoVertido de gasoil en las aguas subterráneas del Casco - Foto: Ángeles VisdómineLos policías visitaron además algunos locales comerciales de la zona que también cuentan con pozos de aguas subterráneas, comprobando que el vertido únicamente afectaba a ese en concreto.

El Ayuntamiento de Toledo confirmó ayer a La Tribuna que los análisis habían demostrado que el vertido es de gasoil, y que actualmente se está investigando para conocer su procedencia. Desde el Consistorio señalan que debe tratarse de un problema entre particulares, y confían en encontrar cuanto antes el origen del vertido.

Por su parte, el propietario del pozo afectado, Julián Baños, considera que puede tratarse de una fuga de algún depósito de gasoil para abastecer una caldera, y se muestra preocupado de que el vertido pueda continuar filtrándose por el acuífero del Casco Histórico.

Y es que, el promontorio rocoso sobre el que se asienta el Toledo antiguo está repleto de manantiales subterráneos y pozos que se comunican entre sí. El miedo que tiene el propietario del inmueble afectado es que el vertido de gasoil se haya podido filtrar hasta los cercanos pozos de la Catedral, y más teniendo en cuenta que el próximo jueves, día 15, tendrá lugar la tradición de beber el agua de los botijos de la Virgen del Sagrario.

El deán de la catedral, Juan Miguel Ferrer, no tenía en el día de ayer constancia de esta incidencia. El agua del pozo de la Catedral se emplea para el riego de la vegetación del claustro, y asegura que no han notado ninguna tonalidad u olor extraño en los últimos días.

No obstante, el deán garantiza que estarán atentos, y que pondrán especial atención en la inspección sanitaria del agua que se realiza en los días previos a la tradición de los botijos.

Desde el Ayuntamiento, cuyos técnicos de Medio Ambiente se encargan de realizar los citados análisis de calidad, garantizan que se realizarán los mayores controles para certificar que el agua sea apta para el consumo en el día de la patrona de la ciudad, aunque insisten en que, a priori, la única fuente de agua afectada es la de la Cuesta Ciudad.

El hecho de que no haya trascendido al resto de afloramientos de agua del mismo local les hace pensar que el vertido no afectará al pozo subterráneo de la Catedral, aunque estarán vigilantes mientras buscan el origen del vertido.