El Colegio de Médicos de Toledo (COMT) ha calificado de «absolutamente intolerables» los hechos y las «graves» amenazas sufridas hace unos días contra la doctora del consultorio local de Burujón y su familia, por las que ha sido retirada temporalmente por el Sescam de su plaza y trasladada a otra localidad para seguir ejerciendo su tarea a la espera de la sentencia judicial.

Los hechos, publicados la semana pasada por este diario, se remontan al 7 de julio, pero su origen se sitúa en otra agresión contra esta facultativa, «muy querida y respetada en la localidad», que se denunció hace un año y que se encuentra en trámite judicial, informa el Colegio de Médicos.

Una situación «penosa» que afecta «en demasiadas ocasiones» ya a los profesionales sanitarios que cuidan de la salud de los ciudadanos y que debe ser revertida con el esfuerzo de todos «porque se trata de un problema social que requiere de medidas contundentes y del consenso de las instituciones y de la ciudadanía fomentando la educación y el respeto hacia el ejercicio del personal sanitario».

El Colegio de Médicos de Toledo ha recordado a los colegiados la importancia de denunciar siempre los hechos y el compromiso de la institución de poner a su disposición los recursos jurídicos colegiales. A la vez que exige de las autoridades sanitarias y de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado todas las medidas y los recursos necesarios para responder adecuadamente y evitar en lo posible que estas circunstancias se repitan.

Desde la corporación médica provincial se ha instado a los facultativos a «protegerse y tomar las máximas medidas de precaución para preservar su propia seguridad y evitar en lo posible cualquier tipo de agresión».  El secretario general, Raúl Calvo, recordó ayer que «hay que seguir trabajando en comprometer al conjunto de la sociedad y a las instituciones competentes en la tolerancia cero frente a cualquier tipo de violencia contra los sanitarios» que afectan, como en este caso, no sólo a la facultativa afectada sino a todo un pueblo que se ve privado de su tarea asistencial.