El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, lanzó ayer un «mensaje de razonable tranquilidad» ante la decisión de Airbus de dejar de fabricar el modelo A380, asegurando que en la planta de Illescas el «problema será mínimo», y adelantando la existencia de una alternativa que, programada «hace más de un año» va a tener a esta región «como beneficiada».
Durante su intervención en la apertura del IV Foro de la Ciudadanía en Toledo, García-Page confesó que este mismo jueves habló con la ministra de Industria, Reyes Maroto, que llamó a los presidentes de las tres regiones donde hay factorías (Castilla-La Mancha, Madrid y Andalucía) para abordar este asunto, añadiendo que «probablemente» la castellano-manchega sea «la región menos afectada».
Además, avanzó que se va a crear un grupo de trabajo entre el Ministerio y las consejerías de Economía de las tres comunidades autónomas para la relación con la empresa y para presentar alternativas que sigan dando viabilidad a la multinacional.
«No pasa nada, si un determinado producto no funciona no significa la desaparición del Consorcio de Airbus, sino que van a hacer otro uso», comentó García-Page, que apuntó que, con mucha diferencia, donde puede haber problemas por la decisión de la empresa es en Andalucía.
«A veces un cierto bache nos lleva a que nos ahorremos un golpe»,finalizó el presidente regional, que abundó en que «en esto no nos alcanza el tiro, al menos en una parte significativa», y precisó que el Gobierno estará «en contacto constante» con la empresa y los sindicatos para comprobar hacia dónde conducen las negociaciones.