«No estamos cuartos, aún quedan muchas batallas»

J. M. Loeches
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El técnico del CD Toledo, Manu Calleja, cree que los próximos encuentros les pueden venir mejor al ser ante rivales directos y ante el Manchego cree que les faltó «ése gen competitivo»

«No estamos cuartos, aún quedan muchas batallas» - Foto: Yolanda Redondo

«No estamos cuartos, todavía quedan muchas batallas y hasta que el árbitro no pite el final el día delMora y estemos, no podemos celebrarlo». Manu Calleja sigue encajado en su discurso del partido a partido, jugada a jugada, momento a momento. Y es que el técnico delCD Toledo no quiere que se pierda la perspectiva de dónde estaban porque el ejemplo lo tienen en el empate ante el Manchego, un partido «que transcurrió por dónde esperábamos» y que no se ganó «por el árbitro, el campo y los hombres».

El cántabro no lo pone como excusa, desde luego, pero sí que piensa que fue «una lástima» no ganar después de corregir «una mala entrada al partido». Además, piensa que el choque «estaba muerto» porque había entrado en una fase «muy táctica en la que nosotros no nos íbamos a abrir y ellos daban por bueno llegar con 1-0 a los últimos minutos». Sin embargo, llegó el gol de Chato en propia puerta. Criticó un poco la actitud de ciertos futbolistas en esta acción y similares, pues «estamos más pendientes de la protesta que de colocarnos; ése es el gen competitivo que nos falta». Como dijo, los jugadores se fueron a decirle al árbitro que era saque de banda a favor del CD Toledo y no del Manchego.

Entrando ya en algunos aspectos del encuentro, el entrenador del cuadro verde reconoce que el colegiado debió «sacar alguna amarilla por reiteración». Cree que «se debe cortar el juego brusco» porque, según él, «en el vestuario había jugadores que estaban cosidos».

Asimismo, se le preguntó por qué sólo hizo un cambio, el de Acuña, y explicó que «estaban pensando para parar un poco el partido en los últimos minutos; cambiar por cambiar no tiene ningún sentido». Así las cosas, después del empate «hay que seguir», añade Calleja, que ve que por delante queda «una miniliga de doce partidos con una plaza libre para tres o cuatro equipos». Sólo resta «mejorar algunos aspectos» y «esperar a que la hierba tire», según dijo en referencia al mal estado del terreno de juego, «que estará bien cuando menos lo necesitemos».

A pesar de la inmediatez en la que vive el técnico cántabro, no vuelve la vista a que vienen enfrentamientos ante rivales directos, un aspecto que, desde su prisma, puede ser hasta positivo, ya que «quizás vengan a intentar ganarnos y eso nos beneficie». El objetivo, por tanto, será «perder cuanto menos posible y empatar cuanto menos posible».