Un ejemplar de camalote aislado, también conocido como jacinto de agua, no parece que sea algo muy amenazante. Pero este especie invasora se extiende por los cauces cubriendo de verde los ríos y dañando el ecosistema fluvial (reduce drásticamente el oxígeno del agua y provoca la mortandad de peces). En el Guadiana está causando estragos a su paso por Extremadura y su invasión no termina de controlarse por más dinero y medidas que se están poniendo.

La amenaza del camalote también ha llegado al Tajo. Tras detectarse ejemplares en julio, fue en el mes de agosto cuando la Confederación Hidrográfica del Tajo procedió a retirarlos en Talavera de la Reina. El consejero de Desarrollo Sostenible, José Luis Escudero, informó esta mañana de que la Confederación también  ha vuelto a trabajar en el Tajo a partir del 12 de septiembre.

La Junta también va a arrimar el hombro y por eso en el Consejo de Gobierno de esta semana se autorizó una partida de 37.000 euros para retirar camalote en el tramo del río comprendido entre Talavera y el pantano de Azután, justo en la frontera de Cáceres. «Todas las administraciones tenemos que sumar recursos contra esta especie invasora», apuntó, «de no retirarse podría perjudicar gravemente el río». Cree que era obligado poner recursos de la Administración regional «para evitar que se propage».

Trabajo en barca. Escudero explicó que con esos 37.000 euros se desarrollarán distintos trabajos como control, «extracción y retirada» y prevención con barreras de contención. Añadió que desde la empresa pública Geacam se va a trabajar en este cometido con embarcaciones.

El consejero subrayó el trabajo previo que se está haciendo y que «está funcionando muy bien de medidas preventivas que venimos realizando desde el Gobierno regional en nuestros ríos y humedales». Y es que insistió en que «una detección temprana de plantas invasoras como el camalote nos ayuda a evitar desastres en el ecosistema fluvial».