La nueva alternativa de ocio y deporte en Toledo viene de la mano de la empresa Ozone Bowling y desembarca en el centro comercial La Abadía. Tras el cierre de la minibolera de la calle Sinagoga, la capital carecía de esta instalación, que además no viene sola. En el antiguo local de Conforama se ha montado, en realidad, un complejo de ocio, que suma a los bolos la cafetería, varios billares, máquinas recreativas y hasta una tómbola.
La alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, inauguraba este jueves por la tarde este complejo. Allí destacaba que se trata del quinto negocio que se abre en el centro comercial toledano en apenas quince días, lo que ha supuesto la creación de ciento cincuenta empleos. En este mismo periodo, además, también es han inaugurado otros negocios, como Tarambana. Tolón advertía que para su Gobierno la creación de empleo es una prioridad, por lo que Toledo se ha convertido en el motor del trabajo en Castilla-La Mancha. Ella continuará apoyando cuantas aventuras empresariales, como esta, trabajen en esta línea.
También destacaba Tolón la apuesta por el ocio responsable y que Toledo estaba pidiendo una bolera desde hace muchos años.
Ozone. Precisamente, la nueva bolera va a crear en torno a los veinte empleos. Es la décimo séptima bolera en toda España de esta empresa, que en 1974 habría en Benidorm la primera bolera de España con pistas homologadas. Ha llegado a Toledo en su búsqueda de oportunidades.
Jaime Becerril, representante de los propietarios de la empresa Ozone, en la que participa la familia Greda, apuntaba que desde el centro comercial se puso mucho interés para que se abriera este nuevo espacio de ocio, que hacía falta para reforzarlo. Rápidamente se alcanzó un acuerdo y ambas partes comenzaron a trabajar para poner en marcha el proyecto, que ya es una realidad.
Becerril destacaba el hecho de que este es un espacio de ocio «para toda la familia». El gancho principal va a ser el bowling, que mezcla ocio y deporte. Pero también hay una zona recreativa donde la familia podrá participar, desde los más pequeños a los mayores. Y no podía faltar la zona de cafetería, para que mientras que los niños juegan a los bolos o montar en un simulador de motos, los padres pueden cenar o disfrutar de una cerveza.
Entre los recreativos, también varias mesas de billares, y un pequeño tesoro actualizado, como es una mesa que simula uno de los primeros videojuegos de la historia, el Pong de Atari.