El pasado domingo, el equipo del Soliss Águilas de Toledo se desplazó al Valle de las Cañas con la clara intención de conseguir el máximo de puntos para mantenerse a salvo en la cuarta posición de la clasificación.

Pudo ser el madrugón, pudo ser el frío, pudo ser la evidente desconcentración palpable desde el vestuario hasta el calentamiento lo que llevó al conjunto toledano a comenzar un juego muy desordenado y nervioso desde el arranque del partido.

Con el primer ensayo en contra se notaba que algo no iba bien en las chicas toledanas. Tras pocos minutos, las granates igualaron el marcador, pero fue un alivio efímero pues no supuso una racha positiva a partir de ese momento. Todo lo contrario. El choque estuvo protagonizado por sucesivos ataques de ambos equipos, melés emparejadas y con un final de 15-15 en el marcador.

Solo en los últimos minutos se vio una defensa fuerte y organizada por parte de las visitantes para evitar el ensayo del último minuto.

Con este resultado queda evidenciada la igualdad entre los equipos que forman esta liga, en esta Primera División Autonómica Femenina de Madrid, y que no se debe presuponer nada de los encuentros que quedan de aquí a la última jornada.

El conjunto madrileño ha demostrado una evidente evolución gracias al trabajo realizado en estos meses, por lo que fue un rival muy duro y debe darse por bueno el empate, al ser fuera de casa y no estar del todo finas. El próximo encuentro de las toledanas será este fin de semana en casa, en el que recibirán la visita del Arquitectura.