La última etapa del Camino Real de Guadalupe, desde el Puente de los Álamos hasta el Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe, se celebró ayer con el mismo entusiasmo y participación que el resto del recorrido desde que se iniciara hace ahora dos años. El proyecto, promovido por la Asociación de Vecinos Fray Hernando de Talavera, ha contado con la colaboración de todas las instituciones y la sociedad de Talavera y toda su comarca, en una iniciativa que ha revitalizado un camino histórico de más de 600 años.

Era el último y séptimo tramo, en un trayecto de 10 kilómetros, que ha contado con el apoyo de todos los ayuntamientos por los que transcurre. Así, miles de personas han realizado el camino, ya sea a pie o en bicicleta, desde el primer tramo en Talavera, e incluso ampliándolo a su inicio original, en los Jerónimos de Madrid.

Satisfacción y emoción a partes iguales brotaban ayer de los peregrinos que lograron finalizar el Camino, especialmente en la llegada a la localidad cacereña, tierra hermana de Talavera, y durante la Eucaristía en el Templo. Tras ello, comieron en el patio del templo. 

Último y exitoso tramo del Camino Real de Guadalupe

La última etapa del Camino contó con la participación de numerosos representantes municipales, provinciales y regionales, que han participado igualmente en anteriores tramos, como el delegado de la Junta en Talavera, David Gómez, la diputada regional Diana López y la concejala y diputada provincial de Turismo, Artesanía y Comercio, María Jesús Pérez. También formaron parte los ediles del Grupo Municipal del PP, Santiago Serrano y Jaime Ramos, y numerosos alcaldes de la zona.

El delegado de la Junta en Talavera, David Gómez Arroyo, ha destacado que el Camino Real de Guadalupe, además permitir disfrutar del bello potencial paisajístico, monumental e histórico de nuestra tierra, “supone un importante acelerador para el desarrollo rural y para luchar contra la despoblación en los pueblos por dónde discurre esta peregrinación”.