El CD Villacañas regresó este jueves al trabajo después de una semana de aislamiento por el positivo de uno de sus futbolistas, Carlos Díaz, lo que obligó al aplazamiento del encuentro que debían disputar los rojillos en La Fuensanta ante el Conquense, correspondiente a la novena jornada del campeonato liguero en el Subgrupo B de la Tercera castellano-manchega.

Todos los futbolistas se sometieron a pruebas PCR el miércoles para comprobar que no había positivos por coronavirus y dieron negativo. Sin embargo, uno de los jugadores del equipo juvenil sí que dio positivo, así que, por precaución, no se le dejó ejercitarse a los de Fernando Lominchar en Las Pirámides, como así tenía previsto el preparador.

De todos modos, un día después sí que fue posible, con vistas a preparar la última cita del año en Las Pirámides, este sábado a las 16:00 horas, frente al CD Azuqueca. El técnico de los rojillos lamenta haber perdido una sesión de entrenamiento, pues entiende que no van a llegar en las mejores condiciones a esta cita, en la que el equipo toledano intentará buscar la cuarta victoria de manera consecutiva. De todos modos, durante la última semana, los jugadores han tenido trabajo individual en sus casas.