Todo empieza cuando menos te lo esperas. En el caso de Sergio Gómez, su pasión por la fotografía fue antes de lo que muchos se imaginan. Cuando él se encontraba cursando cuarto de primaria, su padre le regaló una cámara de fotos de usar y tirar para que la llevara a una excursión a Faunia. La sorpresa se la llevó el padre de Sergio al revelar las fotografías y ver lo que había hecho su hijo de nueve años. Ese recuerdo permanece grabado en la cabeza de Sergio. Ahora, 17 años después, el vínculo entre padre e hijo se ha reforzado, de nuevo, con la fotografía de por medio.

Obviamente, tantos años después no se ha vuelto a repetir el detalle de la cámara de usar y tirar, pero sí que fue el padre de Sergio el que le avisó de la convocatoria de un concurso para fotografiar plazas de municipios de la provincia de Toledo. Aunque en un primer momento a Sergio no le apasionaba la idea, decidió presentarse para desarrollar un proyecto conjunto, ya no solo con su padre, sino con su familia. «He conseguido que dos personas de otra generación, muy distinta a la mía, conectemos en un punto medio. Hemos encontrado una perspectiva bonita y la hemos transformado en una historia» relató Sergio Gómez.

Aunque cada autor presentó tres fotografías de tres plazas diferentes al concurso, la que se llevó el primer premio fue la que Sergio dedicó a la plaza del Pan de Talavera de la Reina. Una instántanea que no estaba entre la ruta que él se había marcado previamente por la provincia, sino que pasó por allí un fin de semana que estaba de boda, y al ver «la composición de la plaza junto con los azulejos típicos de la ciudad» no dudó en volver allí a la mañana siguiente. «En el momento en el que la hice me dio buena sensación» dijo Sergio. La fotografía se llama 'El pan entre azulejos' y busca representar la historia de dos personas que se unieron en un punto para montar una vida en común: «los protagonistas son mis padres y tiene aún más sentido para mi hacerla en Talavera de la Reina porque mi padre es de Velada y mi madre de Toledo, por lo que representa ese punto intermedio que unió sus vidas». Sergio Gómez expuso que la fotografía para él refleja la definición de «amor compañero» y «la fuerza de una familia que pase lo que pase siempre estará unida».

'El pan entre azulejos'. Obra premiada de Sergio Gómez.Es precisamente este sentir lo que Sergio quiere transmitir con sus trabajos. Contar historias a través de una fotografía, hacer sentir o pensar al espectador, más allá de mostrar un paisaje o un mero recuerdo pasado. Y así es como enfoca sus proyectos laborales actuales. Él se considera parte de la «generación piloto» que ha vivido en primera persona el cambio entre «la comunicación antigua y la apuesta por el sector audiovisual que vemos hoy». Por trasladar ese cambio al mundo fotográfico, y a sus trabajos en particular, Sergio lo definió como una visión más artística que deja atrás el modelo del «bodegón», con todo medido y pautado por «las mismas reglas de siempre». Considera que el concepto de imagen ha cambiado, y más aún en el mundo de las redes sociales, por lo que él proyecta su trabajo más cerca de «lo bonito, que de lo formal o lo correcto, porque el arte me transmite mucho más».

Sergio Gómez abandonó Toledo con 18 años de edad en dirección a Madrid para formarse y buscarse la vida por sí solo. Siete años después, la pandemia le devolvió a la ciudad donde nació para empezar de cero. Con el respaldo de su familia y con el valor de todo lo aprendido en la comunidad vecina, Sergio acumula reconocimientos desde su llegada a Toledo. Como bien dice su nombre profesional 'SerOnoser', él siempre elige ser, y más si es en casa.