La fiebre de los cromos ha llegado a Orgaz. Pero no crean que por las estrellas multimillonarias del Barcelona, el Real Madrid o los más modestos Huesca o Villarreal. La fiebre ha llegado por los integrantes de las escuelas deportivas de la localidad, unos 300 chavales y chavalas, que fruto de una inciativa municipal tienen su ¡propio cromo y su propio álbum!

Los 2.624 habitantes empadronados en la localidad, quizá no todos, pero de manera directa e indirecta casi todos, están a la caza del cromo de su hijo, primo, sobrino, nieto, amigo... Y es que el ‘trapicheo’ de estas pegatinas está devolviendo a la localidad una antigua tradición que rememoran con añoranza padres y abuelos y que se materializaba en corrillos de niños con sus mazos de cromos.

 El Ayuntamiento de Orgaz, y después de una propuesta por parte de una empresa dedicada a la producción de álbumes, decidió embarcarse en esta aventura que ya se puede decir ha sido un acierto porque han tenido que encargar una segunda edición «ya que a la semana y media se agotaron las existencias», celebra orgulloso el alcalde orgaceño, Tomás Villarrubia.

«Está resultando una iniciativa muy atractiva para los niños y niñas pero también para los padres y abuelos y además incentiva a la participación en las escuelas deportivas», indica el alcalde.

 Y es que la decisión de poner en marcha este álbum, que puede tener un coste económico perfectamente asumible por el Ayuntamiento teniendo en cuenta que los cromos se tienen que comprar, se basó en el objetivo de reforzar la motivación de los niños y niñas de las escuelas deportivas municipales «al ser ellos el centro de atención de la misma». Además, y lo han conseguido,  querían poner en valor el buen hacer de todos y cada uno de los profesionales que participan en dichas escuelas  y promocionar  estas escuelas y el deporte en general.

Con esta colección de cromos autoadesivos de la temporada 2018/2019 han convertido en estrellas a casi 300 deportistas de entre 4 y 19 años de edad. 

Como es habitual, el fútbol reúne al mayor  número de deportistas con 222 participantes; la escuela de atletismo por su parte tiene  43 atletas; tenis 37 chicos el mismo número que los participantes en la escuela de zumba; y por último la escuela de Judo cuenta con 12 participantes.

«Las estrellas son los niños y niñas de las escuelas, de todas las escuelas deportivas», celebra Tomás Villarrubia, que recuerda con cariño el proceso para la elaboración de este álbum. «Estuvimos dos semanas haciendo fotos y fue un trabajo muy laborioso pero también muy satisfactorio. Estamos muy contentos porque tenemos a todos los chicos y chicas y a sus familias alborotados».

Recuerda el alcalde, orgulloso de sus escuelas deportivas, que esto es una forma de implicarse en el desarrollo de nuestros niños y jóvenes, creando posibilidades que supongan un mayor enriquecimiento en valores saludables. En este sentido, destaca que las escuelas deportivas son una opción/apuesta de los ayuntamientos que tienen un gasto en su mantenimiento y buen funcionamiento. «Al Ayuntamiento le cuesta dinero, claro, porque la matrícula que abonan sirve para comprar su equipación pero hay que costear monitores, instalaciones,... Pero la administración está para esto y para practicar la justicia redistributiva porque hoy los impuestos sirven para estos ciudadanos pero mañana ellos pagarán por las residencias y la ayuda a domicilio por ejemplo».

Y en cuanto a la inciativa de los cromos asevera tajante Tomás Villarrubia que «no es una tontería. No todo es atender a lo material también hay que contribuir a generar ilusión y otorgar recompensas a los esfuerzos».