Hace unos meses, el mundo del toro recibió la Trieste noticia del fallecimiento de Emilio González “Churruca”, que con tan sólo 39 años nos abandonó a toda la familia taurina. En su despedida, los amigos y profesionales del toro, comentaron que el mejor homenaje que se le podía hacer, era que se organizase un festejo taurino que le recordase y recoger fondos para la realización de un busto que recuerde su figura taurina en su localidad.

De la mano de varios amigos toreros y la colaboración de entidades y empresas se puso en el cartel un festival taurino que congregó un elenco que atrajo hasta la plaza de toros de Esquivias a cientos de aficionados.

El calor era asfixiante, bochorno que encapotó el cielo y un molesto viento que es el peor enemigo de los toreros. Acartelados el rejoneador Borja Baena y los matadores de toros, Uceda Leal, Cristian Escribano, Raúl Rivera y Gabriel Hermida. A su finalización los alumnos de escuelas Raúl Puebla y Nacho Torrejón, pusieron su granito de arena como broche en modalidad de clase práctica.

Va por ti, ‘Churruca’ - Foto: Joaquin Romera

Un astado cómodo de Antonio Sánchez abrió plaza y fue recibido con ganas y buena montura por el caballero Borja Baena. El rejoneador que reapareció el año pasado y actuó en varios festejos, estuvo animoso y demostrando la buena cuadra de caballos con la que cuenta. Puso ganas y conectó con el público que, de haber acertado con el rejón a la primera, hubiera cortado pelo. Una vuelta al ruedo dio por el anillo ante el caluroso aplauso de los asistentes.

A pie comenzó la actuación Uceda Leal, ante un cuajado eral de Bellos Montes, que no se entregó en los primeros tercios, al que le realizaron una nefasta lidia de brega. Uceda con la muleta estuvo voluntarioso y quiso agradar sacando algunos muletazos sueltos al novillo, plásticos y de pellizco. Mato de un espadazo en todo lo alto, pero su enemigo se aferró a caer, enfriando al respetable que le ovacionó cuando se echó en la arena.

En el tercero de la tarde se conjuraron las musas entre el torero y el novillo. El local Cristian Escribano recibió de larga cambiada al bravo ejemplar de Bellos Montes que demostró desde sus primeros lances la calidad y bravura que iba a desarrollar posteriormente en las manos de Escribano. Suave con el capote, meció al eral sin tirones acompañando las embestidas y rematando con una media abelmontada tremenda. Tras brindar al padre de “Churruca”, se caló el sombrero de ala ancha y comenzó el recital de arte. Sobó al animal por bajo, para que fijara sus embestidas al trapo rojo en su flambear. Todo se lo hizo por bajo, como asi lo solicitaba el eral y la faena fue a más en acople y conexión con los tendidos. El punto más alto fue en una tanda con la diestra con los pitones cosidos a la muleta y la cara colocada una y otra vez en cada muletazo de la soberbia tanda, que remató con un gran pase de pecho. Mato a la primera en lo alto, y asomaron los dos pañuelos de golpe en la barandilla del palco, mientras era ovacionado el animal al arrastre.

Va por ti, ‘Churruca’ - Foto: Joaquin Romera Garcia

Raúl Rivera se fue sin pensárselo a la puerta de toriles, y allí aguanto la incierta salida del burel, que se fue acoplando en la capa del espada de Yeles. Gran tercio de banderillas de entrega por parte del matador, que agradó al generoso y animado público en los tendidos. Comenzó poderoso por bajo con el de Bellos Montes que tuvo una nobleza tremenda y que acuso el sometimiento inicial del matador en su trapo rojo. No obstante, la embestida clara y por bajo, con fondo y finales, propició que Rivera pudiera desplegar su tauromaquia en la plaza de Esquivias. Tras acabar con el novillo, recogió emocionado las dos orejas que paseó por la arena, reconfortado por los asistentes.

Gabriel Hermida, reaparecía por un día, y estuvo más que digno. No dudo en tirarse de rodillas para darle una larga cambiada y así dejar la tarjeta de visita con el capote. Acompaño a los hijos del fallecido y los sacó al anillo a que brindasen la muerte del eral a su padre con un gesto de emoción hacia el cielo. Con la muleta el comienzo fue grande, dejando posteriormente muletazos sueltos y detalles de torero añejo. Cuando cayó el animal, paseó el doble trofeo en compañía de su hijo.

Cerraron la tarde Raúl Puebla y Nacho Torrejón, ambos alumnos de escuelas taurinas que en modalidad de clase práctica dejaron sus particulares sapiencias ante dos añojos que colaboraron con los becerristas. Puebla ante un becerro de Blanca y Belén Ortega, anduvo fácil y variado con capote, banderillas y muleta, dos orejas premiaron su labor. Por su parte el añojo de “La Paloma” que salió soberbio y bravo nos dejó ver las buenas condiciones que tiene Nacho Torrejón con los trastos. Se le vieron detalles bonitos y un sello personal que nos anima a seguirle este año en las actuaciones que tenga. Entregado y templado con la pañosa conecto con el tendido y tras atronar al becerro la presidencia le otorgó las dos orejas y el rabo que paseó feliz al finalizar el festejo.

Va por ti, ‘Churruca’ - Foto: Joaquin Romera

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