'Sekiro: Shadows Die Twice'

Enrique José Gutiérrez
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From Software, en alianza con Activision, traen a PlayStation 4, Xbox One y PC, un título ambientado en una de las épocas más convulsas de la historia de Japón: el período 'Sengoku'

La figura del samurái ha sido fuente de inspiración para multitud de obras de ficción, tanto en el cine como en los videojuegos. Estos nobles guerreros, se caracterizan por seguir un estricto código de honor, en el que la espada y el acero marcan sus vidas. En Sekiro: Shadows Die Twice, el estudio responsable de la saga Dark Souls, convierte a los aficionados en uno de estos hábiles combatientes, para que afronten una importante misión.

El protagonista es un shinobi, al que le es encomendada la protección del Descendiente Celestial, un muchacho al que debe lealtad y obediencia. Por desgracia, los enemigos del joven consiguen apresarlo, separándolo de su fiel defensor. Al intentar rescatarlo, es derrotado por un formidable espadachín, perdiendo el brazo izquierdo en el enfrentamiento.

A diferencia de otras obras de From Software, en las que el argumento se va desgranando de una forma algo confusa, este lanzamiento cuenta con una historia muy visual y atractiva. Además, está contada con elegancia y dinamismo, siendo uno de los trabajos del estudio con mejor narrativa.

Otro de los puntos a destacar, es su soberbio sistema de combate. Si hay algo por lo que sus creadores son admirados, dentro de la industria de los videojuegos, es por la maestría que demuestran a la hora de recrear enfrentamientos cargados de tensión. Cada enemigo es un complicado rompecabezas, que requiere paciencia y dedicación para ser resuelto. A pesar de ello, las peleas no llegan a ser frustrantes, ya que siempre hay una forma eficaz de vencer a los adversarios.

El sigilo es también una buena manera de alzarse con la victoria. Los escenarios, al contar con una amplitud considerable, permiten el uso de rutas más discretas con las que sorprender a los guardias. Los tejados también son ideales para pasar inadvertidos, aunque no siempre será posible hacer uso de ellos.

Aunque el protagonista pierde uno de sus brazos al inicio de la aventura, no tiene ninguna intención de permitir que eso le impida recuperar al Descendiente Celestial. Gracias a un siniestro personaje, llamado el Escultor, el miembro amputado es sustituido por una prótesis de shinobi, que cuenta con múltiples usos. Este práctico artefacto lleva incorporado un gancho, con el que es posible alcanzar lugares elevados. Además, se le pueden añadir diferentes mecanismos y mejoras, con las que lograr una ventaja crucial en combate.

El estilo gráfico del título está fuertemente inspirado en la cultura nipona. La era Sengoku ha sido muy bien representada, con sus hermosos bosques de bambú y espectaculares templos budistas presidiendo la pantalla. La paleta de colores usada hace mucho énfasis en los tonos otoñales, resaltando los matices rojizos del escenario. Mención especial para los enemigos de mayor tamaño, cuyo aspecto amenazador e intimidante los hace destacar sobre el resto.

La banda sonora, compuesta por Yuka Kitamura, contiene melodías que le dan mucho protagonismo a los instrumentos tradicionales japoneses, envolviendo de una acústica muy particular al juego. El tono solemne de las melodías, adquiere tintes épicos cuando hacen acto de presencia los imponentes jefes finales, dotando de gran intensidad los enfrentamientos contra los oponentes más duros.

Sekiro: Shadows Die Twice no es para todo el mundo, pero conseguirá seducir a los usuarios que se dejen atrapar por su propuesta. El alto nivel de dificultad predominante, pondrá en más de un aprieto a los aficionados menos hábiles con el mando. Sin embargo, aquellos que consigan dominar su excelente sistema de combate, disfrutarán con una de las aventuras más sólidas, satisfactorias y elegantes que han sido lanzadas este año.