Primer día de obras «sin incidencias» en San Cristóbal

Jaime Galán
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Vecinos y comerciantes de la zona valoran positivamente la primera jornada de obras, pero se muestran preocupados por los cortes de tráfico que vendrán después con las siguientes fases de la restauración

El tráfico se ha desviado hacia Santa Úrsula. - Foto: David Pérez

Como se suele decir en el primer día de colegio, este día sirve para conocernos todos. Algo así ocurrió ayer en el entorno del Paseo de San Cristóbal, Taller del Moro o la Plaza del Conde, entre otras vías. Ayer se iniciaron las obras de un proyecto de restauración del pavimento que sobre el papel se extenderá durante los próximos ocho meses. A día de hoy, se trabaja en una primera fase en la que se espera culminar en solo dos semanas, si no surgen retrasos por las condiciones meteorológicas o por hallazgos arqueológicos, como expresaron desde el Ayuntamiento.  

En esa primera fase que se divide en tres ejes, el primero y actual consiste en la restauración del tramo entre la calle Taller del Moro y la Plaza del Conde, por lo que no afecta a la parada de autobuses, pero sí a la circulación de los turismos, a los que obliga a abandonar el Paseo de San Cristóbal por Santa Úrsula.

Ahora bien, ¿cómo afectó este primer día a los vecinos y comerciantes de la zona? Más o menos todos expresaron el mismo mensaje. «Tranquilidad y poco trastorno en cuanto a la circulación». De hecho, entre los operarios al mando de la obra explicaron a La Tribuna que en esa primera jornada no hubo conductores confusos por el corte de tráfico, ni siquiera en las horas puntas de entrada y salida del colegio Divina Pastora, que suele aglutinar numerosos vehículos circulando y estacionando en la zona.

Fue uno de los comerciantes del lugar quien destacó un mayor perjuicio para su negocio con el desarrollo de este primer eje de la obra. El gerente del restaurante 'Maruxiña' explicó que más tarde o más temprano se tenía que llevar a cabo la restructuración del pavimento, por lo que a largo plazo será beneficoso, pero ahora entiende que el vecino o turista que quiera tomarse un café «no va a dar toda la vuelta al barrio para venir aquí, sino que se irá a otro establecimiento más cercano, simplemente por comodidad».

Los siguientes ejes de esta primera fase se centrarán en la Bajada de la Plaza del Conde hasta la intersección de Descalzos, lo que ha llevado la parada de autobuses hasta la Plaza de Barrio Nuevo, y un tercer y último eje que se abordará desde la bajada de Descalzos hasta la intersección del Paseo del Tránsito y el Paseo de San Cristóbal. 

PREOCUPACIÓN. La tranquilidad de este primer tramo de obras parece ser un estado de ánimo temporal para los vecinos, porque todos manifestaron que lo que más les preocupa son las siguientes fases de la obra, e incluso, el estado final de la misma, haciendo referencia al momento en el que la vía Reyes Católicos, la que une el Paseo del Tránsito con la Puerta del Cambrón, deje de ser de doble sentido.

Los vecinos expresaron que les van a obligar a «dar la vuelta a todo Toledo para salir de su casa, y acabarán colapsando otras vías de la ciudad». Algo que para los comerciantes también es un punto negativo, porque argumentaron que complican aun más una zona que «ya es de difícil acceso».

Con tranquilidad o sin ella, lo que está claro es que ya se ha levantado la primera piedra de una de las obras más importantes de la legislatura.